Saber que el nacionalismo catalán está atravesando sus momentos más bajos, con apenas apoyo social al fascismo independentista, ha hecho que los radicales catanazis opten por ser cada vez más violentos y extremos con sus mensajes y sus acciones, buscando hacer el mayor daño posible mientras el 'chiringuito independentista' siga existiendo.
Una violencia que este fin de semana se ha lanzado contra los vecinos de la céntrica avenida Meridiana de Barcelona; y es que, si bien la calle es protagonista del radicalismo independentista desde hace años, la peligrosidad de la zona es cada vez más insoportable.
Así pues, ha sido una vecina de la avenida la que, este sábado, ha sufrido en su carnes la agresividad de estos radicales independentistas, que no han dudado en agredirla e insultarla brutalmente, obligando a la policía local a intervenir para salvar a la mujer de las brutales agresiones que estaba sufriendo, tanto físicas como verbales.
"Zorra", "tarada" o "córtate la venas" son algunas de las 'lindezas' que han gritado estos radicales, que cuentan con el silencioso permiso de la Administración de Colau, quien, 600 tardes de cortes y violencia después, sigue sin actuar sobre las acciones independentistas en la Meridiana.
Protestas contra las protestas independentistas
Cansados de los constantes e incómodos cortes de la avenida, de la violencia de los independentistas radicales, y de la inactividad e indiferencia que la situación provoca en las distintas administraciones responsables de la zona, los vecinos han decidido organizarse para luchar contra esta invasión secesionista de la calle.
Imágenes escalofriantes de la agresión a machetazos en Molina de Segura
Así pues, durante meses, los vecinos se han movilizado para evitar los cortes de la que está considerada una de las 'arterias' de la ciudad, y ahora, están dispuestos a defenderla dando la cara, en una 'cacerolada' que tendrá lugar en próximo martes, en la que exigirán el fin de los cortes en la Meridiana.
Una nueva manifestación que demuestra que, a pesar del pasotismo y el catalanismo que parece haberse adueñado de la Generalitat y las distintas administraciones, los ciudadanos catalanes están dispuestos a no dejarse gobernar por el totalitarismo independentista.