Los radicales independentistas nunca han delimitado sus acciones contra aquellos que no comparten sus ideales.
Es por ello por lo que, con el comienzo de la campaña de acoso y ataques con estiércol a las sedes judiciales catalanas, se tomó la decisión de crear el dispositivo 'Toga', que finalizará su actividad en enero de 2020.
Este dispositivo especial está compuesto por agentes de los Mossos d'Esquadra, los cuales protegen las instalaciones jurídicas de posibles ataques golpistas contra los magistrados que instruyen causas como el juicio del procés, a punto de terminar.
Múltiples presiones para acabar con el dispositivo 'Toga'
Los Mossos d'Esquadra han sido los primeros en mostar su desacuerdo con este dispositivo, afimrando que no se han realizado detenciones en los últimos meses, y que no ha habido ataques contra las sedes judiciales.
El Sindicato de Policías de Cataluña (SPC) ha llegado a afirmar que la desviación de 300 agentes a este dispositivo ha sido la principal causa del incremento de la inseguridad en las calles catalanas.
También Quim Torra y Ada Colau han mostrado su deseo de terminar con este despliegue. (Ada Colau bendice el topless en las piscinas municipales de Barcelona)
Los magistrados se niegan a quedarse sin protección
Los jueces catalanes, sin embargo, no están de acuerdo con estas presiones.
Según el TSJC, la inminente sentencia del juicio por el 1-O podría reactivar los ataques de los colectivos separatistas radicales a los magistrados, dado que se espera una sentencia condenatoria para los involucrados en el procés.
Es por esto por lo que desde la Justicia catalana se ha solicitado al Gobierno de Torra y al Departamento Interior de la Generalitat que los Mossos sigan protegiendo las sedes judiciales, y a los magistrados, hasta que se 'calme la situación' tras el fallo del 1-O.