Un hombre intentó asesinar a su mujer acuchillándola y tratando de asfixiarla delante de sus hijos pequeños. Ha tenido suerte, ha sido juzgado por la Audiencia Provincial de Navarra, la misma que se hizo famosa por la sentencia dictada contra La Manada.
El juez de la Audiencia Provincial de Navarra ha dictado sentencia condenando al sinvergüenza que intentó acuchillar y asfixiar a su mujer delante de sus hijos a sólo 10 meses de cárcel, descartando el delito de tentativa de homicidio porque el hombre acabó liberando a la mujer de forma "libre y voluntaria" cuando sus hijos le suplicaban que no matara a su madre, según informa Público.
Es decir, que como no consumó su propósito de acabar con la vida de su esposa, el juez contempla todos los atenuantes para aplicarle la pena más leve.
Curiosamente, la pena impuesta por el juez es menor que la que había solicitado la defensa: dos años de cárcel. La Fiscalía, por su parte, pedía 8, 5 años de prisión y la acusación particular 10 años.
Los hechos tuvieron lugar en junio de 2017 en Lodosa (Navarra). La pareja llevaba seis meses separada, él visitó el hogar familiar y ambos mantuvieron una agria discusión. Él cogió un cuchillo con la intención de clavárselo a ella. Y la mujer se defendió iniciándose un forcejeo en el que ella intentó quitarle el cuchillo y acabó herida por un corte del mismo.
Luego él presionó con una mano el cuello de ella hasta que empezó a toser, quedándose sin aire. Fue entonces cuando la hija de ambos, de seis años, que presenció la escena junto a su hermano, le gritó: "Déjala, no la mates".
Sólo 10 meses de cárcel
La sentencia a la que ha tenido acceso Público indica que el hombre, "al ver su creciente estado de asfixia, de modo consciente y voluntario, deja de apretarle el cuello, poniendo fin a la situación de peligro para su vida". En eso se basan los jueces en la sentencia limitando la acción a tentativa de homicidio. La tentativa fue "desistida de forma eficaz". O lo que es lo mismo: no la mató porque no quiso. Después de esta consideración el juez condena al agresor por un simple delito de "maltrato ocasional" imponiéndole una pena de 10 meses de cárcel.
Los magistrados de tan singular sentencia son José Francisco Cobo Sáenz —presidente de la Sección Segunda y ponente del fallo—, Ricardo Javier González (protagonista del voto particular en la sentencia de La Manada en la que pedía su absolución) y Raquel Fernandino Nosti, cuyo voto fue decisivo para dejar en libertad a los protagonistas de La Manada, han dejado al hombre sin la patria potestad sobre sus hijos durante dos años y seis meses.