"Dime con quién andas, y te diré quién eres" reza el famoso refrán español; un refrán que define al Gobierno de Pedro Sánchez al dedillo, para desgracia de todos los españoles.
Así pues, a pesar de sus promesas electorales, el actual presidente del Gobierno no sólo decidía formar Ejecutivo junto a Unidas Podemos, sino que también ha convertido a los partidos nacionalistas vascos y catalanes en sus principales aliados en las Cortes Generales.
Aliados que, en los últimos meses de mandato de Pedro Sánchez, han demostrado a la ciudadanía española tener el absoluto control sobre el Ejecutivo nacional, que les ha concedido todo lo que han pedido a cambio de su apoyo.
Indultos para los presos independentistas, mayor financiación y autogobierno para las autonomías, el acercamiento a cárceles vascas de los presos de la banda terrorista ETA... muchas son las concesiones que Sánchez ha hecho con los que quieren romper España a cambio de quedarse, al menos un año más, en la Moncloa.
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Intercambio en el que el Ejecutivo de Pedro Sánchez parece haberse acercado más de la cuenta a la ideología secesionista, no sólo a la hora de hablar de modificar la Constitución, sino también a la hora de criticar y cargar contra aquellos que juraron protegerla como modo de vida, llegando a mostrar un profundo 'odio' contra los agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, como son la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Un odio que se ha podido comprobar en el ministerio de Interior de Fernando Grande-Marlaska en los últimos meses, donde los desaires a los Cuerpos de Seguridad del Estado han sido constantes, contando el ministro con el silencioso apoyo del resto del Ejecutivo.
Cada vez más desprotegidos
Tal es el odio y el desdén que ha demostrado el Gobierno sanchista hacia los agentes, que las cifras de agresiones a los miembros de la Policía y la Guardia Civil han aumentado en 2021 hasta alcanzar niveles de 2011, en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Cerca de 33 agresiones al día son las que se producen contra estos agentes día tras día en España en este último año, siendo las más graves provocadas por aquellos que ahora se consideran 'aliados' del Estado y dignos de condecoraciones: los radicales nacionalistas, y los ultraizquierda de Podemos.
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Así pues, tal y como ha podido saber OKDiario, en los primeros 10 meses de 2021 se contabilizaron 10.100 agresiones a agentes, lo que supone una media igual a la de 2011 con Zapatero; entre medias, durante el Gobierno de Mariano Rajoy, las agresiones disminuyeron de forma considerable.
Una desprotección de los agentes que no parece ser suficiente ni para el Gobierno ni para sus aliados proetarras, nacionalistas y comunistas, con los que ya trabaja para reformar la Ley de Seguridad Ciudadana de 2015, con una normativa que desprotege aún más a los agentes, vulnerando su derecho a la intimidad, y considerándoles "merecedores" de esta violencia contra ellos por el simple hecho de querer defender la Constitución, la integridad española, y a todos los ciudadanos que conforman la nación a la que juraron proteger.