Como es tradición en Cataluña, un día antes de la Diada, el Presidente de la Generalitat hace una ofrenda floral en el Fossar de les Moreres, una plaza adyacente a la Basílica de Santa María del Mar.
En dicha plaza, construida sobre un antiguo cementerio, están integrados los elementos de conmemoración a aquellos que cayeron defendiendo la ciudad de Barcelona en el asedio de 1714 en la Guerra de Sucesión Española.
Dura jornada bajo la lluvia
Lo que tenía que ser un acto protocolario y de respeto se volvió un bochorno, como no, por culpa de los catanazis. Hasta el lugar se desplazaron los indepes más radicales y sin nada que hacer para aguar la fiesta.
Cansados de que el President no haya hecho nada en dos años de gobierno, se acercaron a la plaza para gritarle “traidor” y mostrar dos pancartas enormes, mientras los Mossos formaban un cordón de seguridad.
“Políticos traidores”
Todo el Govern ha estado presente en la ofrenda y todos ellos han podido leer las pancartas: “Políticos traidores, Mossos represores” y “Sólo la unidad popular hace independencia, ¡organicémonos ya!”.
En siete años de proceso no han tenido tiempo de organizarse, pero sí de escuchar “no os merecéis la ofrenda que hacéis”, “traidores” o “políticos traidores el pueblo manda”.