La obsesión por demostrar el supremacismo de la 'raza catalana' sobre la española ha hecho que los pocos independentistas que aún desafían al Gobierno español lo hagan aún con más ímpetu que antes, llegando a comportarse como verdaderos fascistas para hacer prevalecer su ideología.
Así pues, en defensa de la lengua autonómica, los independentistas radicales han llegado incluso a amenazar con apedrear a las familias que opten por una educación bilingüe para sus hijos, mientras que otros radicales secesionistas han continuado exigiendo la independencia catalana en las calles, con marchas de antorchas que recuerdan a la Alemania fascista de Adolf Hitler.
Una obsesión por la independencia que también es compartida desde la Generalitat de Cataluña, dirigida por los principales partidos secesionistas y liderada por ERC que, a pesar de continuar con la mesa de diálogo con el Gobierno de España, sigue financiando chiringuitos indepes y fomentando el pensamiento nacionalista desde dentro de las instituciones públicas catalanas.
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Acciones del Govern que, sin embargo, ahora han quedado en ridículo... gracias al propio Govern. Y es que Ejecutivo regional de Pere Aragones ha hecho público su último barómetro, que demuestra, no sólo el hartazgo de los ciudadanos catalanes con respecto a la independencia, sino también al enfado generalizado de los ciudadanos ante la "inacción" del Govern en problemas 'reales'.
Tal y como ha mostrado este CIS catalán, los ciudadanos 'hartos' del Govern han crecido en los últimos meses, siendo ya un 40,6% de la población catalana la que tiene una imagen muy negativa de sus dirigentes. En concreto, el 52% de los catalanes piensan que el Gobierno regional "no sabe" cómo resolver los problemas de Cataluña; el 43% cree que sí sabe dar solución a estos problemas, pero que necesita tiempo, y tan solo un 2,1% cree que se está actuando de forma efectiva desde las instituciones públicas.
Los catalanes 'pasan' del procés
Un cansancio de los ciudadanos ante el discurso independentista del Govern, consistente en mentiras y despilfarro del dinero público catalán, que también ha quedado demostrado en el apoyo de los catalanes hacia el movimiento independentista.
Así pues, si bien esta misma encuesta en 2019 apuntaba a que casi el 60% de los catalanes consideraban que "resolver el conflicto entre España y Cataluña" era primordial, por encima incluso de su bienestar, las tornas han cambiado radicalmente en apenas dos años, coincidiendo con la nefasta gestión del Govern de la pandemia del coronavirus y la consecuente crisis económica.
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Tal y como destaca el barómetro, ahora, el 59% de los catalanes exigen al Ejecutivo de Pere Aragonès que se centre en "resolver los problemas que son de su competencia", y sólo el 37% de la población encuestada sigue pensando que el "procés" debería ocupar el tiempo del gobierno regional.
Encuesta que, por tanto, no sólo demuestra el enfado de los ciudadanos catalanes ante la deriva de la Generalitat, sino que demuestra, gracias a la encuesta del propio Govern, que el Ejecutivo de Pere Aragonès "no sabe" lo que hace en Cataluña.