Los Vestrynge son una familia que no ha querido o sabido mantenerse alejada de la polémica, apareciendo en los medios de comunicación de forma constante con el objetivo de lucrarse ofreciendo un espectáculo deplorable de cara a todos los españoles, que deben soportar la perversión de la política española gracias a personajes como Jorge y Lilith Vestrynge.
Padre e hija han sido los más activos políticamente, si bien en ámbitos diferentes. Jorge Vestrynge sufrió un curioso cambio de ideología, puesto que cambió rápidamente la derecha tardofranquista por la lucha antisistema de ultraizquierda, apareciendo en programas de televisión con el objetivo de crispar el clima social de una España que, por aquel entonces, estaba sumida en la más profunda crisis social y económica debido al desplome de la economía mundial de 2008.
La llegada de Unidas Podemos a la política no significó el fin de los Vestrynge, sino que su legado continuó extendiéndose a través de Lilith, una de las cabezas visibles del partido que actualmente está condenada al ostracismo por la brutalidad con la que Ione Belarra ha asumido el mando de la formación morada. El último de sus 'comentarios' ha sido una incendiaria opinión sobre la construcción del Nuevo Santiago Bernabéu, al que calificó de "mamotreto".
Todas estas salidas de tono y espantadas en general solo contribuyen a destruir la reputación de otros miembros de la familia Vestrynge. Los verdaderos 'indignados' en la familia Vestrynge siempre han sido Sigfrido y Eric, que están viendo afectada su reputación como profesionales por la nociva influencia de los actos y palabras de su padre y su hermana.
Ambos son respetados profesionales en el sector de la banca, donde son altos ejecutivos con elevadas probabilidades de seguir creciendo en uno de los sectores de negocios más competitivos de todo el planeta. Las proclamas lanzadas por su padre y su hermana entran en total conflicto con los valores más reservados y cercanos a la tierra de Sigfrido y Eric, que intentan de todas las formas posibles desvincularse del resto de su familia para evitar que sus actividades políticas y comentarios les afecten todavía más y destruyan las carreras que han ido creando con el paso de los años.
El distanciamiento entre la familia es una de las medidas más dolorosas pero necesarias para Sigfrido y Eric. De hecho, el hijo mayor, Sigfrido, siempre ha señalado las grandes diferencias que ha mantenido con su padre a la hora de ver el mundo, que han llegado hasta el bochorno: el distanciamento era tan grande que su propio padre no acudió a la boda en la que contrajo matrimonio con una ejecutiva de una prestigiosa agencia de calificación mundial bancaria.
Eric, por el contrario, ha mantenido un espíritu más mediador entre Sigfrido y Jorge, que se ha ido diluyendo con el paso de los años y el avance de su carrera en las altas finanzas. Sus progresos en el sector de la banca lo alejan cada vez más de su padre, un hecho que Eric lamenta profundamente debido a la incapacidad de Jorge Vestrynge de dar un paso atrás y escapar del ultraizquierdismo en el que lleva instalado más de una década.
Sigfrido y Eric no han tenido fácil el acceso al mercado laboral de las finanzas debido a la actividad de su padre primero y de su hermana después. El verdadero reto de superación de llegar hasta los círculos más altos de la banca mundial se debe a su capacidad de persistencia y a una desvinculación progresiva de Jorge y Lilith Vestrynge, que se deshará cuando ambos abandonen unas prácticas e ideologías que dañan la carrera de sus familiares directos.