Si algo han aprendido a hacer los partidos e instituciones independentistas en los últimos años, es a gastar el dinero público de todos los catalanes en mantener a sus centenares de chiringuitos independentistas, gracias a la concesión, por parte del Govern, de subvenciones descontroladas hacia organizaciones secesionistas.
Sin embargo, la Generalitat de Cataluña también cuenta con millones de euros de gasto público para publicidad institucional en medios de comunicación: una herramienta que, en los últimos años, los partidos independentistas del Govern han utilizado para expandir su propaganda a través de los medios de comunicación catalanes, pagando esta propaganda partidista con dinero público.
Y así planean volver a hacerlo en el próximo 2022, tal y como se puede apreciar en el borrador de los Presupuestos autonómicos para el próximo año, desprendiéndose que el Govern catalán prevé gastar una suma de 32.234.759,70€ en esta cuestión.
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Más de 32 millones de euros, justificados en concepto de gasto en "publicidad, difusión y campañas institucionales", que irán destinados, no sólo a los medios de comunicación, sino también a la publicidad en otros formatos, como OPIs en autobuses, carteles, "formatos exteriores, "actos, y "otros".
Más dinero para propaganda, en medio de una crisis económica
Sin embargo, estos 32 millones de euros no serán la única inversión de la Generalitat en materia de publicidad; así pues, si se cuenta también con la publicidad pagada por las arcas públicas de otros entes públicos autonómicos vinculados a la Generalitat, como el Institut Català de les Dones, el Servei Català de Transit o el Servei Català de la Salut, el monto de gasto rozará los 72 millones de euros.
Un gasto completamente injustificado, no sólo debido a la insultante suma que saldrá de las arcas públicas catalanas de cara a proporcionar propaganda a los partidos independentistas, sino también a que se invierta un millón de euros más en publicidad institucional el mismo año que la población catalana, al igual que la española, atraviesa una de las peores crisis económicas vividas por el país, debido a la la pandemia del coronavirus.
Una demostración económica más que pone en evidencia que a los lideres independentistas que gobiernan la autonomía catalana no actúan en defensa de los intereses de los ciudadanos, sino que lo hacen mirando únicamente por su interes, y por su propio bolsillo.
Algo que llevan haciendo casi una década, de forma ininterrumpida, con los gobiernos de CiU, JxCat y ERC, habiéndose casi duplicado la inversión en publicidad institucional desde 2014, coincidiendo con el auge independentista dentro y fuera del Govern, pasando de los 18 millones en 2014, a los actuales 32 millones.