Los nuevos CDR, los GAAR (Grupos Autónomos de Acción Rápida) amenazan Cataluña y más concretamente el Consejo de Ministros del próximo 21-D. La pregunta es… ¿Quiénes son estos nuevos lumbreras que pretenden sabotear al resto de los catalanes, piensen o no como ellos? ¿Qué hay detrás y cuáles son sus planes?
Si no teníamos bastante con los CDR y con las acciones de entidades como ANC u Òmnium Cultural, todas ellas organizaciones independentistas que se dedican a torpedear al prójimo de una manera u otra, ahora se suma a la lista un nuevo grupo de personas que tienen la intención de tocar los huevos un poquito más. Autodenominados como GAAR (Grupos Autónomos de Acción Rápida), este grupo nació hace tres meses a la sombra de los CDR y actuará prácticamente como un comando terrorista, tal y como puede desprenderse de su comunicado fundacional. (La amenaza CDR para el 21-D: "Podemos oler su miedo, bienvenidos al infierno”).
Los GAAR se organizan como un comando terrorista
En éste, se sugiere a los miembros que realicen sus acciones con material de fácil colocación y transporte y cerca de la población donde se haya creado el GAAR. Pide que no se utilicen vehículos matriculados, que se estudie el lugar en que va a llevarse a cabo una acción y se comprueben los accesos y los caminos de huída y que no haya cámaras de vigilancia. Vamos, una organización criminal en toda regla, aunque ellos lo niegan: “Dadas las acusaciones de estos últimos días por parte de la prensa y fuerzas de ocupación del Reino de España, queremos desmentir que GAAR sea una banda terrorista comparable a ETA y/o una organización de falsa bandera”. (Los CDR recomiendan a sus militantes ir encapuchados a "la batalla" del 21-D).
Este grupo se comunica a través de un canal de Telegram desde el pasado 5 de diciembre, en la víspera del Día de la Constitución. Actualmente hay alrededor de 6.000 personas conectadas. Ahí se ponen de acuerdo sobre cómo formar cada grupo o comando, que puede estar formado por una sola persona o varias. Eso sí, supuestamente no hay cúpula ni jefe: el grupo está creado de manera que si uno de sus comandos cae los demás puedan seguir actuando por su cuenta: “Nuestra organización está pensada para no recibir órdenes, ni directrices de nadie, de manera que si un grupo cae, los otros seguirán efectuando sus acciones de forma independiente”, de manera que éstos son “autónomos” y “autoorganizados”.
Es así como están orquestando diferentes acciones para protestar contra la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona el próximo 21 de diciembre. Entre esas acciones se encuentran el boicot a las fuerzas del orden, al transporte (paralizando los ejes de comunicación de Cataluña con el resto de España y Francia), al sector energético y a las comunicaciones por cable. Aseguran que actuarán desde la ‘no-violencia’, pero es un hecho que todos estos sabotajes hacia la vida cotidiana de los ciudadanos de a pie pueden desencadenar en problemas muy serios. (La última amenaza de los violentos CDR al Gobierno de Sánchez: "Llega el invierno”).
Los GAAR se desmarcan radicalmente de los CDR
Sus actuaciones comenzarán el día 21 de diciembre, pero según explicaron en su comunicado ‘fundacional’ no acabarán hasta “el día que la república catalana sea proclamada”: “Las acciones de los GAAR son complementarias con las del resto de colectivos que luchan y defienden la república. Nuestras acciones no son violentas y en ningún caso hay intención de actuar contra la integridad física de nadie”, aseguraron en su comunicado. (¡Desalmados! Los CDR atropellan a un anciano con un contenedor).
Por el momento no hay mucha más información sobre estos grupos, más allá de los tres comunicados que han publicado a través de Telegram. El desconocimiento y la forma de proceder hasta el momento de estos nuevos GAAR hace que muchos consideren que puede ser el germen de una organización terrorista. ANC, Òmnium y la CUP se han desmarcado a su vez de los GAAR, alegando que ni siquiera conocían su existencia. Incluso hay quien los acusa, en una teoría conspiranoica de mucho cuidado, de ser una especie de ‘infiltrados’ unionistas que pretenden generar violencia a propósito para que se aplique un nuevo 155 en Cataluña.
Las fuerzas del orden guardan silencio sobre la existencia de estos grupos o no y sobre las actuaciones previstas para frenarlos en caso de que comiencen a actuar. Su intención es garantizar la seguridad siempre, pero en especial el 21-D, un día que va a estar muy calentito. Sea como sea, no se toman en serio la amenaza de este nuevo grupo que se suma a la larga lista de delincuentes indepes que pretenden romper España por lo civil o por lo criminal. (El alumno de ETA que ahora va de pacifista: Los consejos indepes del terrorista Bentanachs).