Gabriel Rufián, el portavoz de ERC en el Congreso, ha lanzado un serio aviso a su "socio" Pedro Sánchez en la sesión de control del gobierno celebrada hoy en el Congreso. Le ha aconsejado que se someta a las exigencias de su partido si no quiere acabar como José Luis Rodríguez Zapatero. Fuegos de artificio que benefician al PSOE y a ERC.
Rufián está dispuesto a aprovechar las "necesidades" del PSOE y la delicada situación en la que ha quedado tras las elecciones de Madrid para sacar tajada en beneficio del independentismo catalán.
El lider republicano ha intentado marcar las distancias con el Gobierno Central consciente de que corre el riesgo de perder el apoyo del independentismo más radical, que ve sumisión en la relación entre ERC y el Gobierno.
Sánchez propone a Illa como presidente catalán
Sánchez le ha instado a que hagan algo para que Cataluña tenga gobierno de una vez y ha ofrecido una idea en favor de Salvador Illa, el ganador de las elecciones catalanas: "llegados a este punto, a lo mejor se podría pensar en un gobierno de izquierdas liderado por el PSC".
Y ha reclamado reanudar cuando antes el diálogo en la mesa de negocación para "cumplir la hoja de ruta del reencuentro entre la sociedad catalana y la catalana con la del resto de España".
Rufián se ha dirigido al independentismo catalán en su respuesta a Sánchez aclarando que su voluntad de dialogar no es porque su partido sea "filosocialista, como sostiene "la derecha independentista".
Y ha aprovechado para desmarcarse de Sánchez y dejar a un lado su condición de socio necesario del actual gobierno: "Me lo dicen a mí, que he hecho el discurso más salvaje contra usted por regalarle la Presidencia del Gobierno a Mariano Rajoy, que tengo familiares que han llorado y muerto viendo sus traiciones y trampas en los 90".
Rufián le hace un favor a su socio Sánchez
Rufián se ha referido a todo el espectro de la derecha, española y catalana: "lo que no entienden ni el PP, ni Vox, ni Junts, es que ERC quiere dialogar y hacer política con Gobierno no porque sean lo mismo sino precisamente porque son lo contrario a los socialistas". Un discurso que le va bien a ERC y también al Gobierno, consciente de que en España su buena relación con el independentismo no está bien vista y resta votos. De alguna manera, desmarcándose de Sánchez (aunque sólo sea de puertas para afuera), Rufián le estaba haciendo un favor.
Y ha insistido en su mensaje: "Nosotros no creemos en ustedes, yo no creo en ustedes, creo en el momento histórico que nos ha tocado vivir. Yo no creo en su voluntad, creo en su necesidad", ha dicho. Y su necesidad es precisamente la que puede ayudar a avanzar al independentismo. De momento los indultos a los presos golpistas están al caer.
Rufián le ha recordado al PSOE que le ganó "la izquierda a su izquierda" en Madrid y que en el hemiciclo no hay "15 o 30 diputados de Ciudadanos", como le gustaría a Sánchez.
El líder republicano le ha lanzado una advertencia a Sánchez: "Espero que tome nota tanto usted como sus rapsodas de Moncloa porque lo que no haga ahora no lo va a hacer con un Gobierno del PP y de Vox y, si no, pregúntele a Zapatero".
Sánchez le ha respondido con buen tono, como corresponde a la cortesía que se deben dos socios: "Me ha costado un poco seguirle, no sé si es que ya estamos en precampaña electoral", le ha dicho. Y ha insistido en su voluntad de entenderse con ERC a pesar de sus evidentes diferencias en la manera de resolver el problema catalán.
Y le ha vuelto a ofrecer la vía del reencuentro con la opción de un nuevo gobierno en Cataluña presidido por Salvador Illa.