Está escrito que el batacazo que se va a pegar Pablo Iglesias en las elecciones a la Comunidad de Madrid va a ser histórico. Él lo sabe, le ha puesto fecha de caducidad a su reinado en Unidas Podemos y ya piensa en lo que hará cuando salga despedido de la política.
El triple salto mortal de Pablo Iglesias abandonando su vicepresidencia del gobierno para liderar la candidatura de Podemos en la Comunidad de Madrid va a significar su muerte política. Dio el paso convencido de que su "popularidad" le llevaría a la presidencia de la Asamblea madrileña y ahora sabe que está condenado a conducir a su partido al humillante quinto puesto en el resultado final de las elecciones.
Lleva a Unidas Podemos al pelotón de los torpes
Por no liderar, Iglesias ya ni lidera a la izquierda extrema. Más Madrid le ha avanzado por la izquierda, sin hacer ruido y sin extremismos, y ha relegado a Iglesias y a los suyos al pelotón de los torpes como quinta y residual fueza política en Madrid.
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Eso tiene un nombre, y se llama fracaso. Quizá por eso, porque lo tiene claro, Iglesias se ha despedido de seguir al frente de Unidas Podemos y ya ha avanzado que en 2023, cuando acaba su mandato, no se presentará a la reelección como secretario general del partido.
Incluso ha comunicado lo que hará cuando se vea forzado a dejar la política como consecuencia de sus contínuas derrotas. Dice que volverá a dar clases en la universidad y también regresará a las trincheras del "periodismo crítico".
Lo ha dicho en La Sexta. Ahí ha reconocido que lleva tiempo preparando el relevo con Yolanda Díaz: "desde el verano trabajaba con Yolanda Díaz el relevo, porque ello tiene un papel más positivo que el mío y es algo que nos podría llevar lejos. Estábamos trabajando en un relevo que se tuvo que acelerar con las elecciones". "Un papel más positivo que el mío"... Iglesias ha acabado entendiéndolo.
Y así ha explicado el cambio: "Tenemos una líder estatal que puede llevarnos más lejos y creo que se tiene que dar en dos años una renovación en Podemos encabezada por Podemos. Y yo estaré en otro papel donde pueden ser más útil y puntúe más".
Mantendrá su escaño en la oposición
También ha afirmado que si le toca convertirse en oposición en Madrid, mantendrá su escaño los dos años que faltan para las nuevas elecciones autonómicas madrileñas: "Quiero tener algún papel más en el Gobierno madrileño, quiero cambiar mi región y construir una alternativa al fascismo con una Atención primaria que funcione, terminar con la segregación de la educación, regular el precio de los alquileres, hacer la reforma fiscal constitucional. Mi proyecto es gobernar".
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Iglesias ha dicho que la política "no es un profesión eterna" y que "el tiempo en la política me ha enseñado muchas cosas útiles. Pero para eso queda tiempo todavía", ha precisado.