"Represento una arquitectura humana, donde el hombre está en el centro de la obra, del trabajo y de la construcción".
Con estas palabras, el arquitecto Ricardo Bofill, fallecido este viernes, se definía a sí mismo, y a su obra, en los años 80; una obra que, tal y como explicaba él mismo con orgullo, retomaba "el vocabulario" de la "arquitectura clásica", a la vez que introducía "todos los parámetros de la tecnología".
Un talento de la arquitectura que se puede disfrutar en todos los rincones del mundo y que, más allá de la técnica, representa las raíces del autor, así como su amor por la corriente posmoderna española, muy presente en sus edificios.
"Yo vengo de España, de Cataluña. Mi tecnología es la del hormigón armado, la piedra: mientras que ingleses y estadounidenses trabajan más el vidrio y el acero" destacaba el arquitecto.
Una arquitectura que ahora se ha quedado huérfana de su creador, pero que mantendrá su extenso legado más allá del tiempo en gran parte del mundo, tal y como se puede comprobar en esta pequeña galería de imágenes que destaca algunas de sus obras más representativas.