Los dos deportes que vuelven 'loco' a Macron, presidente de Francia

El presidente francés es un habitual de los deportes

13 de Abril de 2022
Los dos deportes que vuelven 'loco' a Macron, presidente de Francia
Los dos deportes que vuelven 'loco' a Macron, presidente de Francia

Emmanuel Macron es una de las figuras políticas más relevantes del mundo. Mostrándose como líder de facto de la Unión Europea en sustitución de Angela Merkel, Macron es el encargado de hacer frente a retos políticos tan importantes como detener la guerra entre Rusia y Ucrania o derrotar nuevamete a la ultraderecha en las elecciones francesas. 

Pero uno de los aspectos más llamativos de la vida privada de Macron son los deportes que practica. Además, lo hace con asiduidad. Siempre que dispone de un rato libre, Macron es aficionado al fútbol y al kickboxing francés, dos deportes que en principio no están relacionados ni se parecen en lo más mínimo. Pero Macron siempre encuentra una forma de unirlos.

El presidente francés es un aficionado confeso del 'deporte rey' y fiel seguidor del Olympique de Marsella. No se pierde ningún partido de su equipo, a pesar de que siempre deba estar pendientre de otros derroteros clave para el desarrollo y el devenir de nuestro planeta. Como buen patriota, Macron también celebra con alegría los goles de la Selección francesa, en la que militan jugadores tan importantes como Karim Benzema o Kylian Mbappé.

El otro deporte al que Macron es aficionado se llama 'savate'. La versión francesa del kickboxing está estrechamente relacionada con la ciudad de Marsella, pues es ahí donde se origina esta nueva disciplina deportiva. En una evolución desde el boxeo, este deporte propone el uso de las manos y los pies como armas para abatir al rival.

Nuevamente, la ciudad de Marsella aparece en la vida de Emmanuel Macron, un presidente francés que a pesar de no tener unas siglas firmes y de su discreto pasado en la política gala, ha saido colocarse nuevamente en la primera línea política para repetir mandato y evitar la entrada de la ultraderecha al gobierno de Francia. Quizá su experiencia como ministro de Economía le sea útil en estos tiempos de zozobra económica y financiera.