«Hoy Puigdemont ha hecho el ridículo. Es injusto, pero esta estrategia no puede ser». La frase se escuchó ayer en Catalunya Ràdio, la emisora controlada por el independentismo. También el rapero Valtònyc, huído de la justicia como Puigdemont, fue duro con el expresidente: «La independencia no llegará de las palomitas de Boye ni de un milagro político. Quien así piense solo tendrá decepciones. Toca hacer autocrítica y reflexionar».
Al final la manifestación de Estrasburgo reunió sólo a diez mil personas y muchos gestos de decepción entre una "hinchada" que se sintió utilizada como masa ante un líder que ejerce de engañabobos y se le empieza a ver el plumero. Aseguró que volvería a Cataluña si ganaba las elecciones autonómicas y no regresó. Aseguró que iría al Parlamento europeo a defender los derechos de los catalanes y no ha ido. Aseguró que la Justicia europea estaba de parte del independentismo y ya lleva tres casos perdidos sobre tres.
Una detrás de otra. Ayer dejó tirados a los suyos. Y los suyos acusaron el golpe. Acudieron a Estrasburgo cargados de la ilusión inyectada en vena por la propaganda separata y volvieron decepcionados, con el amargo sabor de la derrota de quien se siente estafado por su líder.
La cobardía de Puigdemont y Comín
Carles Puigdemont y el exconseller Toni Comín fueron cobardes y no se atrevieron a acudir ayer a la manifestación convocada por el movimiento independentista frente a la sede del Parlamento europeo en Estrasburgo (Francia), por temor a ser detenidos por la Policía francesa y trasladados a España.
Así lo ha explicado él mismo a través de un vídeo grabado con anterioridad en la ciudad alemana de Kehl, a unos pocos kilómetros de la frontera con Francia, y que ha sido proyectado en el lugar de la concentración independentista, donde se han dado cita cerca de 10.000 personas, según cálculos de la Policía francesa.
Sí acudieron a la cita los abogados del expresidente catalán, Jaume Alonso-Cuevillas y Gonzalo Boye, que explicaron que desaconsejaron a Puigdemont y Comín, que se encuentran huidos de la Justicia española, que se sumaran al acto reivindicativo por el riesgo de ser detenidos y entregados a las autoridades españolas.
Los colaboradores de Puigdemont llevan días difundiendo la idea de que el 'expresident' podría ser detenido en territorio francés por las fuerzas de seguridad españolas en virtud del conocido como 'Convenio de Málaga' de 2002 sobre readmisión de personas en situación irregular.
Desde el escenario y ante los miles de manifestantes, Boye aseguró que Puigdemont se encontraba solo "a metros" de distancia de la concentración y que más tarde se dirigiría a ellos, aunque no aclaró de qué modo ni dónde se encontraba. El abogado apuntó que se encontraba en Alsacia, la región en la que se sitúa Estrasburgo, aunque el entorno de Puigdemont aclaró después que no llegó a cruzar la frontera y se quedó en suelo alemán.
Así pues, los simpatizantes independentistas solo han podido ver al expresident que actualmente reside en Waterloo (Bélgica) en un vídeo grabado en el que ha criticado a Eurocámara por su "deriva de represión y regresión" durante la pasada legislatura y ha pedido a los eurodiputados que forman la nueva composición que el miércoles elijan a un presidente que cambie esta tendencia.
La Policía gala habilitó un paseo, que fue cerrado al tráfico, para que los manifestantes pudieran realizar su concentración, que concluyó sin incidentes tras una jornada que se desarrolló con normalidad en un ambiente festivo y reivindicativo.
Los manifestantes portaban numerosas banderas independentistas, así como banderas europeas, y pancartas en las que se podían leer mensajes como "Cataluña libre" o "Los queremos en casa". También había pancartas de libertad para los presos. Enfrente de los manifestantes había una persona con una bandera española.
Solidaridad de eurodiputados independentistas
Asimismo, sobre uno de los puentes de acceso a la explanada frente a la Eurocámara fueron colgadas pancartas en las que se alude a Carles Puigdemont, en inglés y catalán. En una de ellas sobre la cara del expresidente catalán se decía "No rendirse nunca" y en otra "Dejen a Puigdemont unirse al Parlamento Europeo".
Todas estas protestas coincidieron con la sesión constitutiva de la Eurocámara, que arrancó a las 10:00 horas con los escaños vacíos del líder de ERC, Oriol Junqueras, y de Carles Puigdemont y Toni Comín.
En el primero de los casos porque el Tribunal Supremo no autorizó que fuera a recoger el acta ante la Junta Electoral Central, mientras que los otros dos no viajaron a Madrid para cumplir con los trámite necesarios para convertirse legalmente en eurodiputados al pesar sobre ellos una orden de detención en España.
En solidaridad con los tres líderes independentistas, varios eurodiputados, entre ellos la 'numero dos' de ERC Diana Riba, han mostrado tres carteles con sus caras para reivindicar sus derechos como eurodiputados.
Apoyos del Sinn Fein y la N-VA
El eurodiputado del Sinn Fein Matthew Carthy tomó la palabra y reclamó al presidente saliente de la Eurocámara, Antonio Tajani, que se reconozcan los derechos políticos de los líderes independentistas.
La intervención concluyó sin respuesta de Tajani a esta señal de apoyo al movimiento independentista catalán, en la que se le ha pedido una declaración de apoyo.
"Esta Eurocámara debe estar del lado de la democracia y de los Derechos Humanos y que se pueda escuchar en ella la voz de los catalanes, porque si no se socavará la credibilidad de esta democracia", ha dicho el eurodiputado del Sinn Fein.
"Un Parlamento europeo que se constituye sin tres de sus eurodiputados porque se les ha vetado es un Parlamento sin legitimidad. Hoy más de dos millones de votantes europeos no están representados", se ha quejado Riba en un tuit difundido desde el pleno.
Carthy y Riba, así como otros eurodiputados salientes, como el flamenco de la N-VA Mark Demesmaeker, el esloveno Ivo Vajgl, que fue ministro de Exteriores de Eslovenia, o Jordi Solé (ERC), se sumaron a la concentración del exterior al término de la sesión plenaria. También estuvieron presentes la eurodiputada del PNV Izaskun Bilbao.