Hasta los independentistas de PDeCat y ERC han criticado el ataque “inadmisible” a la casa del juez Llarena en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), pero los radicales de la CUP defienden la violencia de Arran, las juventudes antisistema de su partido.
Vidal Aragonés, portavoz de la CUP, ha asegurado que el ataque con pintura a la casa de Llarena no es violencia y se ha atrevido a decir que se trata de “resistencia pacífica”.
Mientras hasta los indepes de PDeCat tachan el ataque de "inadmisible", los radicales de la CUP no ven violencia y sí "resistencia pacífica"
"Este no es un elemento por el que se pueda hablar de violencia como ha hecho el presidente de la Generalitat", ha afirmado el político anticapitalista de la CUP, que ha lamentado que Torra “compre” el discurso de la Fiscalía y critique los actos violentos de Arran.
Aragonés también se ha mostrado crítico con los intentos de "criminalización" de la organización juvenil Arran a raíz del ataque, que considera es un acto de “desobediencia civil" .
"Nos sorprende que el presidente de la Generalitat equipare una acción de resistencia pacífica política y que acabe comprando el relato a la extrema derecha, cuando son actos de desobediencia civil", ha insistido el político antisistema.
"Creemos que se está criminalizando a Arran y nosotros no compraremos más el discurso de criminalización del conflicto político. No se puede equiparar la acción de Arran con la represión que viene sufriendo el pueblo de Cataluña", ha dicho el diputado de la CUP, recordando que "no tiene ningún elemento delictivo. Que haya pintura en un lugar no es ningún delito" ha dicho sobre el ataque a la casa del juez del Supremo.
Por su parte, Campuzano, portavoz de PDeCat en el Congreso, ha dicho que los ataques a Llarena "son absolutamente inadmisibles, absolutamente impresentables, los rechazamos de manera tajante".