Madrid se convierte en el 'refugio seguro' de las inversiones extranjeras ante la inestabilidad catalana.
La pandemia del coronavirus ha golpeado duramente uno de los sectores económicos más importantes de España: el turismo, que supera el 12% del PIB nacional, y que este año ha experimentado una brutal caída en picado. Y es que la falta de visitantes extranjeros, y las restricciones implementadas por el Covid-19, han dificultado mucho mantener los números de otros años.
Sin embargo, la crisis económica provocada por el coronavirus no es la única preocupación económica de Cataluña: y es que la desconfianza del dinero extranjero, a gran escala, hace mella en las cuentas de la autonomía catalana desde el auge del independentismo desde 2017.
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Y es que el 1 de octubre de 2017 supuso un antes y un después en Cataluña: la inestabilidad política, los conflictos y la violencia callejera, y la falta de acuerdos con el Gobierno nacional, provocaron que muchas empresas decidieran 'fugarse' de Cataluña, traslandándose a otras comunidades autónomas españolas con más estabilidad.
Una fuga que ha continuado desde 2017, siendo la última de ellas Volkswagen,que se está planteando a día de hoy abandonar su prometedor proyecto de baterías electricas en Cataluña, debido al clima de inestabilidad política que se vive desde hace años en la autonomía.
Tal es el miedo extranjero a invertir en Cataluña, que los catalanes han comenzado a notarlo seriamente en su estructura económica y empresarial: en concreto, sólo en 2020, Cataluña perdió casi 3.000 millones de euros en inversiones financieras y compras con capital extranjero, cayendo un 22,7% en un solo año.
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Pese a que podría parecer que la falta de inversión extranjera en Cataluña se debe principalmente a la pandemia, los números registrados por otras comunidades autónomas lo desmienten, aclarando que es la inestabilidad política, generada por el secesionismo radical catalán, el que ahuyenta al dinero exterior.
Unas inversiones que han ido a parar a Madrid, que desde 2017, ha "acogido" a más de 7.000 empresas fugadas de Cataluña, habiendo crecido exponencialmente la inversión extranjera en la capital española.
En concreto, durante este último año, Madrid recibió casi 18.000 millones de euros en inversiones y compras de capitales extranjeros, siendo un significativo aumento del 23,6%, siendo seis veces más alta que la de Cataluña en el mismo periodo.