Santiago Solari se ‘licenció’ con una primera mitad de categoría en el Camp Nou. El Madrid sacó un buen resultado de la ida de semifinales en Barcelona y obliga a que el Barça tenga que marcar un gol. En el tramo final gozaron de oportunidades para sentenciar la eliminatoria, pero la suerte no les acompañó.
Eso es algo que no se le puede achacar a Solari. El entrenador argentino hizo una ‘pila’ de buenas labores en la Ciudad Condal. Solo tuvo un fallo y no se comenta otra cosa en el vestuario: jugó Marcelo. (La sentencia de Marcelo: Esto hará el Madrid con él tras su penoso Clásico)
Marcelo fue una laguna defensiva y, probablemente, hubiese sido el primer recambio de un partido normal si hubiese tenido sustituto. Solari le dio una gran oportunidad ante el Barça y Reguilón lo vio desde la grada del Camp Nou.
Eso fue inentendible. ¿Por qué no estaba Reguilón para jugar el Clásico? Solari se ‘inmoló’, por el carril zurdo, y de ahí llegaron todas las ocasiones (y el gol) del FC Barcelona. Marcelo subió andando a defender, pero no es cosa de un partido, es cosa de un estado de forma desde principio de temporada.
Marcelo no está
Marcelo no está y tampoco se le espera. Sale perdiendo en todos los duelos personales con Reguilón. (intercepciones por partido (1’5 por 0’8), entradas con éxito (62’5% por 57%), pérdidas de balón (0’3 por 0’8 por partido), duelos ganados (60% por 55%) y también en los regates.
A ‘Regui’ le regatean menos y regatea más
El canterano ha sufrido un 0’3% regates por partido y Marcelo un 0’8%. El dato es más irritante si lo comparamos con los regates que hacen uno y otro. Sergio Reguilón llega al 83% de éxito y Marcelo se queda en el 74%, a pesar de que realiza muchos más.