La llegada de la Nochevieja y su transición a Año Nuevo siempre traen consigo el comentario típico de todos los años, que parece ir rotando de familiar en familiar, hasta que incluso uno mismo siente la imperiosa necesidad de iniciar el debate clásico de esas fechas: el último y el primer anuncio del año son los más caros.
A pesar de que parece un bulo, realmente la veracidad de esta afirmación está todavia por comprobar. Sin embargo, los anuncios más caros de la historia de la televisión bien podrían haberse emitido en estos espacios tan únicos, puesto que el presupuesto empleado para su producción y grabación es realmente desorbitado.
La primera de estas publicidades es una conocida marca de refrescos: Pepsi. La compañía estadounidense fue lanzado en el descanso de la Superbowl de 2002, y contó con una explosiva Britney Spears vistiendo una apabullante cantidad de modelos temáticos y los más característicos de la moda estadounidense desde 1958 hasta el mismo año en el que fue lanzada la publicidad.
El segundo de estos millonarios anuncios fue creado por la marca de automóviles Chrysler. Si el anuncio de Pepsi costó 8,1 millones de euros, la aparición de Eminem bajo la marca de Chrylser costó a la empresa la friolera de 12 millones de euros. La publicidad también fue presentada durante una SuperBowl, en este caso, la del año 2011.
En 2007, la compañía cervecera Guiness decicidió grabar un bizarro anuncio en el que se publicitaba la marca a través de un efecto dominó que recorre todo un pueblo, mientras sus habitantes observan con atención el proceso. Al final de este rocambolesco anuncio, se puede comprobar cómo el efecto dominó desemboca en una pila de libros que tiene la misma forma que una pinta de esta famosa cerveza, mientras que el pueblo celebra jubiloso el éxito logrado bebiendo la negra cerveza ofrecida habitualmente por la empresa.
Si hasta ahora todo había parecido un excesivo despliegue de medios y recursos, el cuarto integrante de esta lista es uno de los puntos clave de la televisión mundial. Chanel escogió el año 2004 para gastar la friolera de 33 millones de dólarres en un anuncio de dos minutos. Realmente, la cantidad de dinero desembolsada por la producción de esta publicidad fue para los honorarios de Nicole Kidman, la actriz protagonista del anuncio, y el renombrado director Bar Lurhmann, encargado de construir esta excéntrica publicidad.
El deporte es una de las industrias más potentes del mundo entero. Y, naturalmente, sus inversiones publicitarias están a la altura. En 2010, aprovechando la inmejorable ocasión del Mundial de Sudáfrica, Nike recurrió a los mejores futbolistas del momento para que participaran en uno de los anuncios más míticos de la historia del deporte. Dirigido por el mexicano Alejandro González Inárritu, la publicidad contó con la aparición de Wayne Rooney, Ronaldinho Gaúcho y Cristiano Ronaldo.
Estos han sido los anuncios más caros de la televisión hasta la fecha, pero seguramente, con la evolución del medio televisivo, algunos de los anuncios que actualmente se emiten en nuestras pantallas hayan superado por mucho esta cifra. Solo el paso del tiempo podrá emitir sentencia sobre si estos siguen siendo los cinco anuncios más caros de la televisión mundial.