La separación entre el PDeCAT y Junts per Catalunya, y la presentación de Salvador Illa como nuevo candidato del PSC, han abierto la campaña mediática de los partidos catalanes en busca de los votos para los próximos comicios autonómicos, que tendrán lugar el 14 de febrero, siempre que las condiciones de la pandemia lo permitan.
Una carrera por la presidencia de la Generalitat que ha dividido más que nunca a los ciudadanos catalanes, que tendrán que enfrentarse a una interminable lista de candidatos para dirigir una Cataluña arruinada y dividida.
El independentismo cuenta en estas elecciones con dos nuevas 'marcas': el PDeCAT, que se presenta con Àngels Chacón, ex consejera de Quim Torra, y el Partit Nacionalista de Catalunya liderado por Marta Pascal, ex coordinadora del PDeCAT.
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Candidaturas que se unen a otras propuestas independentistas como la de Pere Aragonès, que liderará el proyecto de ERC, favorito según las encuestas; JxCat, que propondrá a Laura Borràs como líder, contando con Puigdemont a la sombra; Dolors Sabater, de la CUP; y Jéssica Albiach, que presenta un modelo de "república plurinacional federal" en Catalunya en Comú Podem.
En la sección 'constitucionalista', Salvador Illa 'peleará' por los votos con Carlos Carrizosa, el hombre fuerte de Ciudadanos, tocado aún por la marcha de Lorena Roldán; Alejandro Fernández, del PP, apostando por la "convivencia"; e Ignacio Garriga, que conseguirá, según las encuestas, que Vox entre con relativa fuerza al Parlament catalán.
Puigdemont, el único que aún apuesta por la DUI
"Estamos comprometidos a trabajar con el objetivo de activar la declaración de independencia, y hacer efectiva la constitución de Cataluña como Estado independiente en forma de república" ha asegurado Laura Borràs a El País.
Una afirmación que demuestra que JxCat sigue manteniendo el discurso de 2017, siendo el único partido que aún ofrece a los electores la defensa abierta de la declaración unilateral de independencia para lograr la secesión. La CUP también defiende la DUI, pero se muestra abierta a forzar al Estado a un referéndum pactado.
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Una vía que comparte la CUP con ERC, así como el PDeCAT, que lo amplía a un reconocimiento internacional. Todos ellos, al igual que el PNC, rechazan actualmente la vía unilateral, asegurando Aragonès, el candidato preferido de las encuestas, que a los republicanos no les hace falta "llevar una bandera en la mano" para demostrar que son "independentistas".
"La vía amplia hacia la independecia" ha asegurado el de ERC, es "ser más, superar el 50% de los votos, y así poner fin a la represión, y forzar al Estado a aceptar el derecho de autodeterminación" a través del "diálogo".