Por fin un poco de ‘seny’ en el conflicto catalán. Los hechos sucedieron hace un par de semanas, cuando la Colla Castellera de la Cerdanya (CCC) defendió su carácter apolítico y se negó a homenajear a los líderes separatistas encarcelados.
Sin embargo, el alcalde independentista de Llívia, Elies Nova (ERC), arremetió contra la asociación castellera por negarse a rendir tributo a los golpistas.
La colla defendió la neutralidad que reflejan sus estatutos y su carácter apolítico, pero el edil supremacista decidió ir más allá.
Elies Nova (ERC), creador de este fantástico grupo de castellers resistentes, inició una campaña de reproches contra la colla.
Insultos, acusaciones de boicot, y demás majaderías fueron vertidas por el alcalde separatista en caliente.
Elies Nova incluso recriminó por escrito a los castellers que no quisieran “perder 15 minutos para hacer un pilar, para defender a nuestros presos políticos”.
Que una colla castellera se niegue a homenajear a los políticos presos es noticia por lo que simbolizan los castellers para los independentistas.
Tristemente, que un radical separatista encargado de la gestión y la convivencia en una población pierda los papeles no es noticia.
"No vamos a obedecer lass imposiciones dictatoriales del alcalde de ERC”
Àlex Ibáñez, miembro de la colla, hacía memoria al edil indepe remitiéndose a sus estatutos, que reflejan que son una entidad “apolítica”.
Ibáñez también acusa al alcalde de promover un boicot por parte de otros ayuntamientos de la zona para que no les dejen ensayar.
“Los valores de unión y piña que comporta estar en una colla castellera están por encima de cualquier poder político”, afirma Ibáñez.
“Intentan vulnerar la honorabilidad de toda una colla de más de cien personas repartidas por todo el territorio de la comarca, por no obedecer sus imposiciones dictatoriales”, añade Ibáñez, que describe al alcalde de ERC como un “intolerable”.
“En la colla hay diferentes ideologías, pero no somos partidistas”, precisan desde la CCC
"Ser uno de los máximos responsables de la fundación y nacimiento de la Colla Castellera de la Cerdanya no le da derecho a imponer ideas políticas en un grupo de personas que cultural y tradicionalmente desean eso: mantener viva y pujante una expresión de catalanidad reconocida en el mundo entero pero no precisamente por defender ideas políticas", se puede leer estos días en la prensa local.