Movimientos sísmicos de última hora en el equipo de Pedro Sánchez. Coincidiendo con la prórroga del estado de alarma, el presidente del Gobierno tira de Inés Arrimadas y prescinde de ERC, que se va con Vox y el PP al banquillo de los descontentos. El protagonismo cambia de manos.
Sánchez ha encontrado un aliado muy interesante en Ciudadanos. Tanto que el futuro puede convertir a ERC en partido "prescindible", con lo que su capacidad de chantaje perderá fuelle. Por otra parte, PP y Vox se quedan solos para repartirse la derecha ante la decisión de Ciudadanos de convertirse en un partido-bisagra dispuesto a pactar con la izquierda o la derecha según le vaya en la feria.
Arrimadas doma a Pedro Sánchez
El nuevo Ciudadanos de Inés Arrimadas ha buscado un desmarque del PP y Vox. Compitiendo con ellos para ver quién es más de derechas, el partido naranja salió escaldado (de 57 escaños a 10). Y con los restos del naufragio la nueva jefa ha querido dar un volantazo hacia el centro, algo que en las circunstancias actuales le ha permitido recuperar el protagonismo perdido, presumir de domar a Pedro Sánchez, obligándole a aceptar sus exigencias, y ocupar de verdad el centro prometido. ("¡Los extremos me ponen los pelos de punta!". Arrimadas cambia el rumbo de Ciudadanos con un giro hacia el centro)
La decisión de Arrimadas de regalarle a Sánchez sus diez diputados para hacer frente a la negativa de PP y Vox de respaldar su estado de alarma, ha agitado las bases internas del partido. A favor y en contra. El histórico Juan Carlos Girauta ha anunciado su desaparición total de Ciudadanos: "No trabajamos tanto para construir una bisagra. Acabo de comunicar formalmente mi baja como afiliado a Ciudadanos", ha anunciado.
Los barones respaldan a Arrimadas
Y su decisión ha tenido respuesta en los barones del partido. Francisco Igea ha sido claro y directo: "Las bisagras nos permiten abrir y cerrar las puertas por donde entran y salen las necesidades de los ciudadanos. No se ven mucho, no parecen importantes, pero son tremendamente útiles. Con todo el aprecio que te tengo, era lo que había que hacer. 30.000 muertos son suficientes". E Ignacio Aguado se lo ha razonado: "Sin Estado de Alarma no se podría restringir la libertad de movimiento de las personas. Estaría permitido desplazarse a otras CCAA, a la casa de la playa...algo poco prudente ahora mismo. Lo responsable es prorrogarlo 15 días más, con condiciones".
Y Luis Garicano también se felicita por la decisión de Arrimadas: "dijo que sólo nos iba a guiar un principio: el interés general de los españoles. Hoy lo demostramos. Sería más fácil criticar sin más la mala gestión del gobierno, pero los españoles necesitan que Ciudadanos ayude a mejorarla". (¡Es una pesada!” Jorge Javier saca el hacha de guerra contra Inés Arrimadas)
El Gobierno ya no necesita a los independentistas para subsistir
La cuestión es que "el partido irrelevante" para Sánchez hace sólo unos meses, ahora le ha salvado el pescuezo y le permite sacarse de encima el yugo del chantaje constante del independentismo. Por encima del acuerdo del gobierno con Ciudadanos, la noticia importante para los españoles es que el Gobierno de España ya no necesita depender de los caprichos de los separatistas descerebrados en los que no se puede confiar, porque un día están contigo y al siguiente contra ti.
Arrimadas ha justificado su decisión vendiendo la teoría de que ha logrado hacer pasar por el aro a Pedro Sánchez. Y lo desglosa en tres apartados: Adaptación de ERTEs y medidas de apoyo a autónomos y pymes más allá del Estado de Alarma. Consensuar una salida ordenada del Estado de Alarma. Y Reunión semanal Gobierno-Ciudadanos para consensuar medidas de respuesta a la crisis. (Jiménez Losantos deja retratado a Pedro Sánchez: "Aquí hay un estado de guerra del Gobierno contra el pueblo")
Es probable que si Ciudadanos hubiera tomado esta decisión hace seis meses, España se habría ahorrado el periodo de dependencia de los separatistas. Sin embargo, la postura de Arrimadas, decisiva para el futuro del partido, ha sido tomada en la derecha como una traición. Tanto en el PP como en Vox. Y en Unidas Podemos ha caído como una bomba. Pablo Iglesias se siente más cómodo en la mesa con Rufián que con Arrimadas.
Sánchez llegará a los 170 votos sin los independentistas
"El Gobierno de España y Ciudadanos han alcanzado un acuerdo por el que ambas partes manifiestan la conveniencia de prolongar el actual Estado de Alarma para lograr vencer a la pandemia del coronavirus, así como a mantener las medidas de protección a los españoles en los ámbitos sanitario, económico y social más allá de la vigencia del Estado Alarma", ha indicado Moncloa en un comunicado.
En el marco de las negociaciones que se iniciaron ayer tras la llamada de Moncloa a la presidenta de la formación naranja, el Ejecutivo y Ciudadanos han coincidido en la necesidad de que el estado de alarma continúe vigente y señalan que se trata de "un mecanismo constitucional, que debe prolongarse sólo por el tiempo estrictamente necesario".
"Por tanto, con ese ánimo, se analizarán las medidas necesarias para seguir protegiendo a los españoles en el ámbito sanitario, económico y social cuando concluya su aplicación", aclaran desde Moncloa. (Eduardo Inda compara el estado de alarma con la dictadura franquista y le deja este recadito al 'sepulturero' Sánchez)
Con el apoyo de los diez diputados de Ciudadanos, la cuarta prórroga del estado de alarma que se vota este miércoles en el Congreso contaría con los 155 votos del PSOE y de Unidas Podemos, además de PRC, Teruel Existe, Más País y Compromís, con los que llegaría a 170.
Desde Ciudadanos se han felicitado de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez haya recogido algunas de sus propuestas de cara a la nueva etapa de alivio del confinamiento como la adaptación los ERTEs y las ayudas, el contacto semanal para un Plan de Desconfinaiento "real, consensuado y sensato" o la planificación coordinada de una salida del Estado de Alarma.
El plan de Ciudadanos
Concretamente, Ciudadanos planteaba desvincular del estado de alarma las ayudas a los autónomos, los Expedientes de Regulación Temporal del Empleo (ERTE) y las medidas de liquidez, entre otras, y que estas políticas se extiendan en función de las necesidades derivadas de la situación económica y social.
Asimismo, reclamaba que el Gobierno definiera un plan sanitario, junto a la oposición y las comunidades autónomas, para abandonar con seguridad el confinamiento, y que valore "distintas opciones jurídicas" para poder coordinar este proceso y estar preparados ante los rebrotes del virus que, según los expertos, se producirán en las próximas semanas y meses.
Pedía igualmente que se garantizara el suministro de mascarillas para proteger a la población del contagio y que aumente la obligatoriedad en el uso de las mismas, además de potenciar la realización de test diagnósticos y serológicos.
También pide que, mientras dure el estado de alarma, no se relajen los requisitos de transparencia y rendición de cuentas por parte del Gobierno y no se hagan "nombramientos arbitrarios sin ningún tipo de justificación".
Finalmente, reclamaba que el Ejecutivo esté "en contacto permanente con la oposición" y que, si continúa solicitando su apoyo para convalidar decretos leyes en el Congreso, mantenga al menos una conversación semanal con sus representantes.
La derecha se siente traicionada
En los partidos de derechas no ha sentado bien la decisión de Ciudadanos "hacerle el juego a Pedro Sánchez". Para algunos, "Arrimadas se ha hecho el harakiri" y justifican el "no" de Pablo Casado y Santiago Abascal a la prórroga del estado de alarma por la tozudez de Pedro Sánchez de prolongar su duración a base de decreto, algo que empieza a ser cuestionable incluso desde el punto de vista constitucional.
Y se augura un negro futuro para Ciudadanos por su vocación de visagra que puede llevarle a la nada mientras deja el camino libre a PP y Vox para ejercer la oposición. (Lo que no explican en Cataluña sobre la presencia del Ejército: “Nos aplaudían y nos traían pizzas")
Estamos en tiempo de prórroga y con muchos movimientos en el banquillo. Es el momento decisivo del partido, con cambios históricos que pueden variar la suerte del campeonato en la vigente legislatura.