La Universidad de Yale ha elaborado varios estudios sobre la vitamina D y su relación con la enfermedad del coronavirus. Con una muestra de 5.000 personas se ha demostrado que nueve de cada diez pacientes críticos por el COVID-19 tienen déficit de vitamina D.
Todavía no existe un respaldo o posición oficial que lo respalde pero la Universidad de Yale ha conseguido establecer una base acerca de que la vitamina D posiblemente sea un defensa que ayuda a disminuir los síntomas del coronavirus.
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Tanto por el coronavirus como por el bienestar general del organismo, los profesionales sanitarios recomiendan mantener niveles óptimos de esta vitamina en el cuerpo. La fuente principal de vitamina D es el sol, por lo que el simple hecho de salir a la calle y pasear aporta esta vitamina.
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La vitamina D en el organismo
La vitamina D está constituida por un grupo de sustancias activas que se forman bajo la acción de los rayos ultravioleta en la piel. Su función se desarrolla principalmente con el desarrollo normal de los huesos y la prevención de la osteoporosis.
Además, la vitamina D tiene otra serie de beneficios como: estimular el tono muscular, contribuir a la coagulación normal de la sangre, restaurar las venas protectoras que rodean los nervios, permitir el funcionamiento de la glándula tiroides y aumentar la inmunidad.
La cantidad diaria que necesitamos de vitamina D
El requerimiento diario de vitamina D es de 2.5 a 5 mcg. La cantidad puede estar regulada por completo si el organismo recibe una cantidad suficiente de luz ultravioleta. Sin embargo, la cantidad de vitamina sintetizada depende de factores como la intensidad de la luz solar, la pigmentación de la piel y la edad.
Cuanto más oscura es la piel de una persona, menos cantidad de vitamina D se produce. En el caso de la piel envejecida, se disminuye la capacidad para realizar el proceso. Estos son los factores que pueden propiciar el déficit de esta vitamina en el organismo.
Alimentos con vitamina D
No solo el sol es una fuente de vitamina D, también hay una serie de alimentos que contribuyen a regular esta vitamina y a que tenga unos valores adecuados en el interior del organismo. Los productos lácteos, la yema de huevo y el aceite de pescado contienen vitamina D.
En el caso de los productos lácteos hay que prestar atención ya que no todos continen la cantidad óptima de vitamina D. Hay que comprobar, en cada caso, si es un alimento adecuado para mejorar los niveles de vitamina D.