La politica nacional española se centra esta semana en la convicción del Gobierno de España en otorgar a los presos independentistas catalanes el indulto, una medida de gracia que les permitirá salir en libertad de la cárcel, a pesar de no haberse arrepentido de sus actos, y de haber asegurado que lo "volverán a hacer" en cuanto les sea posible.
Un pulso de poder entre los partidos independentistas catalanes y el Ejecutivo nacional que se ve con preocupación, no sólo en la ciudadanía española, sino también entre las filas socialistas, que ven cómo este nuevo guiño de Sánchez a los catalanes se está transformando en una pérdida de votos en las encuestas hacia el Partido Popular, que actualmente y según los sondeos publicados, ganaría unas hipotéticas elecciones generales.
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"Los indultos son una decisión de riesgo y muy controvertida que requiere una mayor explicación" ha asegurado el socialista Odón Elorza, actual miembro de la Ejecutiva, en su cuenta de Twitter.
Explicaciones del presidente del Gobierno que no llegan, y que mantienen en vilo a los alcaldes socialistas quienes, según ha podido saber Vozpopuli, han exigido a Sánchez que, si quiere tomar esta polémica decisión, desoyendo al Tribunal Supremo, lo haga cuanto antes.
Las alcaldías socialistas, en peligro de extinción
"Lo último que querría es que un indulto injustificado a alguien que quiere seguir haciendo lo mismo se convierta en una condena para la organización que lo sustenta" avisaba Emiliano García-page, presidente de Castilla La-Mancha, a la directiva del PSOE.
Y es que muchos son los alcaldes y presidentes autonómicos socialistas que prevén un castigo de la ciudadanía al PSOE por estos indultos... en las urnas, tanto en las generales, como en las municipales.
Un castigo que podría acabar provocando la caída de míticos líderes del PSOE como Abel Caballero, Óscar Puente, o los propios García Page, Javier Lambán y Guillermo Fernández Vara.
Es por eso por lo que muchos alcaldes y presidentes autonómicos socialistas han pedido que se tome la decisión cuanto antes, para evitar que los indultos acaben condicionando el voto en las próximas elecciones municipales, fechadas para 2023.
"Quedan dos años" argumenta un alcalde onubense al citado diario "y para entonces, el asunto de los indultos será un recuerdo, o no, dependiendo de cómo gestionemos la cosa [...] siempre y cuando el Gobierno no se enrede en estos dos años con la agencia independentista más de la cuenta".
Dos años, por tanto, para evitar que los socialistas reciban el hachazo ciudadano que ya muchos han vaticinado, incluido el ex ministro José Borrell, cuyo círculo más próximo ha querido recordar a la cúpula del PSOE que "el electorado no olvida fácilmente".