Los 5 casos en los que conviene evitar el Ibuprofeno

El medicamento más utilizado en nuestro país no es tan recomendable como parece, sobre todo para personas que sufren algún tipo de problema

12 de Noviembre de 2018
Los 5 casos en los que conviene evitar el Ibuprofeno
Los 5 casos en los que conviene evitar el Ibuprofeno

El Ibuprofeno está presente en casi todos los hogares españoles. Normalmente suele ser la solución rápida y sencilla a cualquier dolencia, sobre todo en dolores de cabeza o resfriados. 

Conseguir una caja de este medicamento no cuesta nada, ya que en la mayoría de farmacias lo distribuyen sin pedir receta médica ni información al paciente. Por eso, en España se venden cerca de 74 millones de cajas al año.

No tomar más de tres al día

Lo que muchos no saben es los problemas de salud que puede acarrera un Ibuprofeno si se toma en exceso o en condiciones desfavorables. Los expertos señalan que jamás se debe sobrepasar los 2.400mg diarios y teniendo en cuenta que la mayor parte de las cajas que se venden son de comprimidos de 600mg, quiere decir que en ningún caso podemos tomar más de tres al día

La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), ha realizado un estudio para comprobar la dificultad que comporta comprar una caja de comprimidos de 600mg, que debería tener prescripción médica. 

Han hecho la prueba en 100 farmacias de 10 ciudades distintas y "Resulta aún más grave comprobar que solo en dos farmacias de las visitadas preguntaron para quién era el medicamento y que en ninguna de ellas se preocuparon de conocer los antecedentes médicos del paciente", aseguran desde la OCU.

En cualquier caso, si cumples algunos de estos supuestos, no debes tomar ibuprofeno bajo ningún concepto, ya que puede provocar infartos, ictus o mayores posibilidades de sangrado:


- Personas que toman simultáneamente ibuprofeno con anticoagulantes orales u otros medicamentos como meloxican, naproxeno, diclofenaco o ketorolac

- Quienes sufren problemas cardiovasculares, ya que su consumo puede favorecer la aparición de infartos e ictus.

Mujeres en el primer o segundo trimestre del embarazo.

Personas con enfermedades en el hígado o riñones.

Quienes han padecido alguna úlcera.