¡Lo sabemos! Por qué la moción de censura de Sánchez funcionó, y la de Abascal no

La pandemia del coronavirus ha sido una de las piezas claves para el rechazo de la última moción de censura de nuestra democracia.

25 de Octubre de 2020
¡Lo sabemos! Por qué la moción de censura de Sánchez funcionó, y la de Abascal no
¡Lo sabemos! Por qué la moción de censura de Sánchez funcionó, y la de Abascal no

Esta semana, Pedro Sánchez salía victorioso de la moción de censura, promovida y defendida por los de Santiago Abascal gracias, en parte, a las reticencias de PP y Ciudadanos sobre la idoneidad del momento de este órdago al Gobierno.

Y es que, a pesar del hartazgo de la ciudadanía ante las constantes mentiras del Gobierno actual, que coincide con el hartazgo de los casos de corrupción que sucedieron en el PP previos a la moción de censura a Mariano Rajoy, los partidos de la oposición se encuentran enfocados a evitar el desastre sanitario, económico y social que amenaza a España.

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Así pues, la pandemia del coronavirus, que avanza por todo el territorio nacional, se ha convertido en una emergencia nacional a tratar en unidad y consonancia entre todos los partidos, algo que, de aprobarse la moción de censura, pasaría a un segundo plano, para disgusto de Europa, que vigila muy de cerca las próximas medidas que tome España de cara a aprobar las ayudas económicas prometidas a Sánchez.

Pero esta crisis sanitaria, que también ha derivado en una crisis económica, no es solo un problema nacional; también es un problema que 'nadie' parece querer o saber gestionar, pasando la responsabilidad del Gobierno central a los regionales y viceversa. Una 'patata caliente' que sería responsabilidad del nuevo Gobierno que surgiese tras la moción de censura, y que acabaría provocando su caída en picado en las encuestas.

A nivel social, la crisis económica, y la desestabilización del Estado, con la subida del desempleo, la caída del PIB y el miedo a la pandemia, hacen que un cambio de Gobierno sea peligroso actualmente, ya que la ciudadanía clama seguridad ante la inestabilidad generada, desde hace meses, por el virus.

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Una estabilidad y seguridad que, actualmente, el presidente Pedro Sánchez ha sabido transmitir a través de sus discursos, a pesar de las evidentes falacias pronunciadas, y que, sin embargo, Santiago Abascal no ha sabido mostrar a los ciudadanos, que han visto en su discurso un lenguaje radical y golpista, pese a sus buenas intenciones.

Un contexto radicalmente opuesto al de Mariano Rajoy

El contexto generado en la nación por la crisis del coronavirus es, posiblemente, el que ha provocado que la moción de censura contra Sánchez y los suyos no haya seguido adelante, como sí lo hizo la de Mariano Rajoy.

Y es que la sociedad, en crecimiento económico, tanto en PIB como empleo, sentía la seguridad suficiente en el sistema para preocuparse por las polémicas políticas, como la sentencia del caso Gürtel, que vinculaba al PP con graves casos de corrupción, y que costó la Moncloa a los populares.

La responsabilidad política exigida a Mariano Rajoy hace dos años provenía de una sociedad tranquila y confiada, mientras que la actual, atemorizada por las consecuencias de la pandemia, obvia los fracasos del Gobierno, dando un voto de confianza ciega a los socialistas para que consigan gestionar la situación de la mejor manera posible.

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Tampoco el discurso político de Mariano Rajoy se asemejó al de Pedro Sánchez; mientras el socialista defendía su liderazgo, exigiendo "lealtad" y "responsabilidad" al resto de políticos, el popular no quiso defender con palabras sus logros como presidente, limitándose a agradecer la confianza depositada en él durante los anteriores años.

"Ha sido un honor ser presidente del Gobierno y dejar una España mejor a la que encontré" aseguraba el expresidente popular en Twitter, con un mensaje claramente derrotista y resignado ante la crítica social a la corrupción de su partido.

Datos y detalles que provocaban la destitución del popular, y la consolidación del socialista, pero que solo constituyen el 'contexto' de la cuestión numérica que ha sido decisiva: y es que Pedro Sánchez convencía a Podemos, ERC, PNV, Compromís, PDeCAT, Bildu y Nueva Canarias para derrocar a Rajoy, mientras que, esta semana, Santiago Abascal se quedaba solo en el Congreso de los Diputados.