El parecido entre Isabel Díaz Ayuso y Carles Puigdemont es, hoy por hoy, nulo. Ambos están situados en lados completamente opuestos en el espectro político. Mientras que la presidenta de la Comunidad de Madrid milita en el Partido Popular y lucha por mantener la importancia de su partido a nivel regional y nacional, Puigdemont lleva más de cuatro años fuera de nuestras fronteras siendo un prófugo de la Justicia española.
Además, el catalán fue uno de los promotores más directos del 'procès' que intentó fracturar España el 1 de octubre de 2017, que finalmente se vio abortado gracias a la decisiva intervención del Gobierno de Mariano Rajoy y la aplicación del artículo 155 para suspender las funciones de gobierno autonómico de la comunidad rebelde.
La tranquilización del clima político en aquella zona ha ido progresando con los años, donde el independentismo comienza a perder fuerza con el paso del tiempo y se desangra entre múltiples reyertas entre políticos de la misma formación que compiten vorazmente por hacerse con el poder y entre los propios partidos políticos, enfrentados y enemistados hasta tal punto que mantienen un débil equilibrio en pos de luchar y conseguir la entelequia de la independencia de Cataluña.
Sin embargo, tanto Ayuso como el líder fugado Puigdemont tienen un solo aspecto en común que ha hecho estallar las redes cuando salió a la luz: ambos tienen la misma formación universitaria, los dos son periodistas. Este es el único punto que une a la presidenta de la Comunidad de Madrid y al exlíder de JuntsxCat, que actualmente vive marginado de la vida política catalana y es apartado de la misma por sus antiguos compañeros como algo caduco y que molesta en exceso.
Además, hay otro aspecto al hilo de la formación universitaria común de Ayuso y Puigdemont: ninguno de los dos logró dar el salto a los grandes medios ni a la fama y reconocimiento que tienen ahora a través de sus trabajos periodísticos. Esta coincidencia fue realmente inesperada por todos los miembros de electorado español y madrileño, quienes están especialmente aliviados de que las similitudes entre Carles Puigdemont e Isabel Díaz Ayuso acaben en su formación universitaria común.