Lo que se esperaba en el cuarto aniversario del 1-O: cuatro gatos y alarde de violencia

La plaza de Urquinaona, en Barcelona, ha sido nuevamente la víctima principal de los radicales, que han quemado y destrozado diversos objetos urbanos.

02 de Octubre de 2021
Lo que se esperaba en el cuarto aniversario del 1-O: cuatro gatos y alarde de violencia
Lo que se esperaba en el cuarto aniversario del 1-O: cuatro gatos y alarde de violencia

El movimiento independentista catalán 'celebraba' este viernes, el cuarto aniversario del 1-O, el momento de la declaración unilateral de independencia catalana que provocaba la aplicación del 155 en Cataluña, la detención de los principales líderes del procés, y la fuga de Carles Puigdemont.

Sin embargo, esta celebración, que los principales organismos independentistas esperaban que fuera multitudinaria, se ha convertido en un auténtico fracaso; fracaso que demostraba que el movimiento secesionista ha perdido músculo político y gran parte del apoyo ciudadano en los últimos años.

Así pues, apenas unas cientos de personas se han dado cita en las calles de las principales ciudades catalanas para manifestarse en contra del Rey y de España, quemando algunas banderas y gritando consignas independentistas.

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En Tarragona, apenas 400 personas acudían a la convocada manifestación, que salía de la Plaza de la Font en dirección a la plaza imperial Tarraco. Del mismo modo, en Gerona, 700 personas acudían a la convocatoria de los CDR, poniendo velas y quemando imágenes del Rey ante la subdelegación del Gobierno en la localidad.

Números de asistencia que se repetían en otras ciudades independentistas como Lérida o Vic, demostrando una caída de participación llamativa en comparación con años anteriores, cuando los participantes se contaban por miles.

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Una baja participación que se repetía también en Barcelona, centro por excelencia de todas las miradas, y de los principales movimientos independentistas; algo para lo que las fuerzas de seguridad ya estaban preparadas, ante las amenazas de violencia extrema proferidas por los distintos grupos independentistas, que aseguraron que Barcelona acabaría destruída y en llamas.

Sin embargo, pocos incidentes se producían en la Ciudad Condal, registrándose así nuevamente una caída estrepitosa de los radicales que decidían salir a las calles en esta fecha tan señalada del secesionismo.

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Apenas unos cientos acudían a las calles barcelonesas, siendo la plaza de Urquinaona, una de las localizaciones predilectas del movimiento nacionalista catalán, nuevamente el lugar escogido para llevar a cabo los principales destrozos que se han registrado en esta jornada.

En concreto, varios contenedores, tal y como se ha podido ver en las redes sociales, fueron incendiados por los CDR en la mencionada plaza como 'fin' de la manifestación en la Ciudad Condal, que discurría desde la plaza Francesc Macià en dirección a Paseo de Gracia bajo el lema "Recuperemos el territorio" y con consignas independentistas como "1 de octubre, ni olvido ni perdón" o "las calles siempre serán nuestras".