Carles Puigdemont domina a la perfección el arte de la manipulación y la mentira. Es un artista del engaño, especialmente con aquellos que quieren dejarse engañar. Pero a algunos no nos la cuela. Después de lo sucedido en Italia con motivo de su fallida extradición a España, nos ha vendido una serie de argumentos que se invalidan solo con un dato: en Italia, sus delitos estarían pensados con 16 años de cárcel.
Lo ha explicado hoy el diario El Mundo en un artículo en el que expone que "la Fiscalía italiana encaja la euroorden de Puigdemont en delitos castigados con al menos 16 años de cárcel". Atentado contra el Estado y malversación de fondos públicos son los dos delitos cometidos por Puigdemont que se enmarcan en el código penal italiano y que, de ser juzgado allí, podrían llevarle a la prisión durante al menos 16 años.
Mientras el independentismo se empeña en vender que España es un país represor y que los protagonistas del procés son unas víctimas, la realidad es bien distinta: bastante bien parados han salido para lo que debería haber sido.
Queda demostrado una vez más que la justicia española no es peor que la de otros países democráticos. Simplemente es diferente, cada país tiene sus particularidades. Y los golpistas deberían dar gracias por no haber cometido sus actos en países como Italia. Tal vez con una justicia más dura se lo habrían pensado dos veces...
Las mentiras de Puigdemont
Las mentiras de Carles Puigdemont se desmontan con mucha facilidad. El ex presidente catalán, que huyó de España en un maletero para seguir viviendo a cuerpo de rey a costa de las donaciones de unos pobres incautos idealistas, ha demostrado por activa y por pasiva que es un trilero capaz de cualquier cosa por continuar en el candelero político y seguir llenándose los bolsillos.
Por ejemplo, no puede decir que su detención en Italia fuera ilegal. Tampoco puede decir que su extradición a España esté completamente descartada. Y tampoco va a poder seguir estirando demasiado más el chicle, tarde o temprano tendrá que enfrentarse a la justicia española. Si no lo hace durante el Gobierno de Pedro Sánchez por las interferencias de este, lo hará cuando gobiernen otros partidos.
Sea como sea, recordemos: Oriol Junqueras, condenado a 13 años de cárcel, fue el peor parado de todos los golpistas encarcelados. En Italia, a Puigdemont se le aplicarían más de 16 años por los mismos delitos. En España, Junqueras ha sido indultado después de cumplir solo 3 años y medio de su pena. En otros países jamás le habrían indultado después de su fallido golpe de Estado en Cataluña.
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Todo esto Puigdemont prefiere obviarlo, metiéndose solo en los asuntos que le interesa contar para continuar alargando un relato cansino, que ya huele y que con el que solo comulgan los cuatro gatos que continúan siguiéndole como borregos.