El pasado 22 de octubre, un hombre insultó a la reina Máxima de Holanda.
Sucedió cuando la Policía estaba multando a uno de sus amigos.
"Estaba cabreado" se justificó el hombre. Los agentes le explicaron que insultar a la reina era un delito punible, pero él se mantuvo en su postura, y llegó a llamar a la Reina "puta cancerosa" e "hija de asesino", en referencia al padre de la monarca, funcionario de la dictadura militar argentina.
Condenado a 40 horas de servicio comunitario
Un magistrado del tribunal local de Utrech le ha condenado a 40 horas de servicio comunitario por insultar a un miembro de la realeza holandesa.
A pesar de que ninguno de los miembros de la Familia Real escuchó los insultos, ni la Casa Real haya presentado cargos, el juez considera que la falta es "tan grave" que justifica el castigo. (Dulce Ángel, la venezolana que saca a la luz los peligros de las webs de citas)
"Esas palabras van tan lejos que no deben ser aceptadas" ha dictaminado el juez.
La Fiscalía ha apoyado esta decisión, defendiendo que los insultos "no están protegidos por la libertad de expresión" ya que "no contribuyen al debate público".