Todo parecía ir bien en las negociaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias después de las elecciones generales. Pero después de las elecciones municipales, autonómicas y europeas, donde el PSOE ha salido muy reforzado y Podemos se ha hundido, dichas negociaciones se están truncando.
El presidente en funciones y el líder de Unidas Podemos se han reunido un total de cinco veces. Y la última de ellas no fue nada bien, donde salieron con opiniones muy distanciadas. Todo parece apuntar a una investidura fallida durante este mes.
La sesión de investidura será el 22 y 23 de julio
A Pedro Sánchez no le importaría repetir elecciones, sabiendo que podría obtener mejores resultados electorales para gobernar en solitario, pero es arriesgado y lento. De hecho, Sánchez ya ha “amenazado” en alguna ocasión con repetir los comicios.
En un primer momento, Pedro Sánchez ofreció dos carteras a Podemos, excluyendo las de Justicia, Exteriores, Defensa e Interior, al ser consideradas “de Estado” por el grupo morado.
Podemos quiere una presencia elevada pero discreta
Pero Iglesias quería más poder, y pidió que su presencia en el congreso fuera equivalente a la del gobierno, ampliando las carteras entre un tercio y un cuarto. El PSOE se niega, y le ha ofrecido otra opción.
La Mesa del Congreso a cambio de menos ministerios. Podemos dirigiría la Cámara Baja y obtendría dos o tres carteras. De esta manera el PSOE se llevaría el grueso del gobierno.
¿Habrá nuevas elecciones?
Por el momento las relaciones entre ambos líderes se están deteriorando. Han pasado del entendimiento a desmentir las informaciones que revela el otro, como por ejemplo, que Iglesias le habría pedido ser vicepresidente a Sánchez.
A falta de dos semanas para la sesión de investidura, con una segunda votación para el día 25, parece no haber ningún tipo de acuerdo y los españoles estar avocados a las urnas una vez más.