El triunfo por 2-3, muy justo, del Real Madrid sobre el Real Betis desató un tormentón (de lloros) en Sevilla y entre la prensa antimadridista. Los blancos ganaron en el Benito Villamarín, al igual que el Barça en la pasada campaña. Con el mismo resultado, aunque con una polémica arbitral mucho menos descarada.
El lío arbitral de ayer no tuvo nada que ver al del Betis-Barça del curso anterior. El resultado fue el mismo 2-3, aunque no se desataron tantas repercusiones como las que ha tenido la victoria del equipo de Zinedine Zidane en Sevilla.
Ese día, el Barça jugó contra 10, por una expulsión sobre Nabil Fekir que no entendió nadie. Además, se le perdonó la roja a Sergi Roberto, ya con amarilla, por una entrada criminal sobre Aleñá. También se perdonó la expulsión a Sergio Busquets.
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Nadie del Betis lloró ese día
Lenglet, para redondear el robo, hizo dos faltas clarísimas en sus dos goles, por empujón y codazo sobre su marcador, y ni árbitro ni VAR ni Betis dijeron ni ‘mu’. Ante el Madrid, muy distinto, lloró desde Pellegrini hasta el utillero y pasando, lógicamente, por todo el sector de aficionados antimadridistas del planeta fútbol.
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