Irene Rosales se ha quedado a las puertas de la gran final de Gran Hermano Dúo. La mujer de Kiko Rivera perdía su batalla contra Alejandro Albalá y dejaba a su marido solo en esta recta final. (Así fue la expulsión de Irene Rosales: El último 'dúo' de GH ya es historia).
Feliz con su paso por el programa, Irene se ha mostrado como una mujer fuerte y sincera, pues no ha tenido problema en hablar abiertamente de sus problemas con Hacienda y de las adicciones de su pareja.
Irene Rosales ‘pasa’ de la noche madrileña
Aunque su matrimonio haya podido quedar muy expuesto, la nuera de Isabel Pantoja ve Gran Hermano Dúo como un paso más en su relación con el Dj.
Sin querer disfrutar de la noche madrileña, Irene se marchó a su hotel a dormir después de ser expulsada, una práctica poco habitual pues los concursantes siempre suelen salir hasta altas horas de la madrugada.
Una necesidad de descansar que se sumaba con la emoción por el reencuentro con sus dos hijas, Ana y Carlota. Las pequeñas han estado varios meses alejados de sus padres, algo que ha pasado factura en Rosales.
Irene Rosales, rumbo a Sevilla para reencontrarse con sus hijas
Sin querer hacer declaraciones a los reporteros que la esperaban, a primera hora de la mañana siguiente Irene llegó a la estación del AVE de Madrid para regresar a Sevilla. Un viaje que seguro que se le hizo largo dada las ganas que tenía de estar con sus pequeñas.