El tiempo aplaca a todos. También, parece, que a Mourinho.
El entrenador siempre ha destacado por tener un carácter fuerte que, en ocasiones, le ha llevado a desgastar sus relaciones con algunos jugadores de las plantillas que ha dirigido a los dos o tres años de hacerlo.
Pasó en el Madrid, incluso, con sus propios compatriotas Cristiano y Pepe o con pesos pesados de la plantilla como Ramos y Casillas.
Ahora, en este tiempo de reposo, Mourinho parece haber llegado a la conclusión de que ha llegado el momento de tener una imagen más amable.
Esta es la razón por la que el entrenador se muestra amable y responde a las preguntas de los reporteros que andan a la caza de sus declaraciones siempre que se le relaciona con el Real Madrid.
La época de confrontaciones ya debe formar parte del pasado
Actualmente, Mourinho está tranquilo, sigue preparándose los conceptos técnicos en los que nunca ha dejado de progresar y está dando clases de alemán porque es el único idioma que no domina (habla su lengua materna, portugués, además de inglés, italiano, francés y español), por si llega el momento de dirigir en la Bundesliga, la única gran liga que le resta por disfrutar.
Pero tiene claro el técnico que la época de confrontaciones ya debe formar parte del pasado.
Además de sus ya sabidos episodios de fricciones en el Madrid, que terminaron creando una división entre la propia afición blanca, entre sus defensores y los que creían que su imagen no se correspondía con la que debía dar en el Madrid, en el United también tuvo enfrentamientos con jugadores importantes… como Pogba.