Antes de abandonar todos sus cargos políticos y de dejar la primera línea al frente de Unidas Podemos, Pablo Iglesias tomaba la decisión de dejar la formación morada en manos de las mujeres de la formación: en concreto, de Yolanda Díaz, nueva vicepresidenta del Gobierno, Ione Belarra, que será la nueva líder de la formación... y de Lilith Verstrynge.
Y es que la joven, desconocida en el mundo de la política, llegaba a la dirección de la mano de Pablo Iglesias, primero en la Unión Europea, y ahora, como nueva esperanza de los podemitas para seducir el voto de los más jóvenes.
Un puesto clave en la formación morada, que ha sorprendido que fuese para Verstrynge, quien ha comenzado a tener presencia dentro de la formación durante la campaña electoral de Pablo Iglesias por Madrid, siendo muchos los que vieron en este movimiento de Iglesias un 'preparativo' para el lanzamiento de Verstrynge como icono de Unidas Podemos.
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Movimientos del ex vicepresidente segundo del Gobierno que no han estado exentos de polémica, ya que la joven apenas cuenta con experiencia, ni política ni mediática, habiéndose fomentado así los rumores que apuntan a que Iglesias podría tener intereses más allá de lo profesional en la joven.
Una 'musa' que no genera ilusión en la Asamblea
A pesar de las esperanzas y del empujón de Iglesias con Lilith Verstrynge, la joven no demostró ser la ídolo de masas prometida durante la celebración de la IV Asamblea Ciudadana de Unidas Podemos.
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Así pues, durante su discurso, Lilith arremetió contra la Monarquía, asegurando que el futuro del país es "profundamente republicano": "Cuidar a nuestros jóvenes es profundamente republicano, proteger nuestros servicios sociales y lo público es profundamente republicano, cuidar nuestro planeta y querer la igualdad entre hombres y mujeres es profundamente republicano" aseguraba la podemita, mientras leía su discurso.
Un dicurso que terminaba alzando el puño y compartiendo el lema que se escuchaba entre los escasos asistentes; eso sí, con una desgana que se ha hecho viral en las redes sociales, con un tono de voz apagado y sin apenas terminar el 'cántico' republicano.