Libertad Digital airea la estrategia de Pedro Sánchez respecto a Vox

El PSOE estaría repitiendo la estrategia de sus homólogos franceses con Le Pen

Libertad Digital airea la estrategia de Pedro Sánchez respecto a Vox
Libertad Digital airea la estrategia de Pedro Sánchez respecto a Vox

Pedro Sánchez ha aceptado un debate a cinco organizado por Atresmedia y ha rechazado un debate a cuatro organizado por RTVE, que no había invitado a Vox. Pedro Fernández Barbadillo explica en Libertad Digital al PSOE la estrategia de La Moncloa: "¿Por qué Pedro Sánchez abandona RTVE, "la televisión de todos", y coloca a Santiago Abascal, candidato de VOX, en un debate a cinco en una cadena privada? Es una maniobra política, copiada de la que realizó el socialista François Mitterrand en los años 80, recién llegado a la presidencia de Francia. Éste se planteó cómo mantenerse en el poder indefinidamente y la solución consistió en inflar un partido de extrema derecha que le quitase votos a la derecha. Por eso, el Elíseo ordenó a los medios de comunicación públicos que invitasen a sus debates a Jean-Marie Le Pen, un político tan fracasado que ni había podido presentarse a las elecciones presidenciales de 1981". 

Dos años después, "Le Pen empezó a aparecer en las televisiones, como Pablo Iglesias 30 años más tarde, donde expuso sus soflamas contra la inmigración y la delincuencia. El resultado fue que en las elecciones al Parlamento Europeo de 1984 el FN sacó el 10% del voto. Más tarde, la izquierda hasta cambió la ley electoral para la Asamblea por un sistema proporcional que dio al FN 35 diputados. El plan de Sánchez y sus asesores Iván Redondo y José Félix Tezanos es el siguiente. En primer término se quiere presentar al PSOE como el 'voto útil' de la izquierda entera, para salvarla del ogro Abascal, que viene a suprimir subvenciones a los chiringuitos y mantener las corridas de toros". 

La Moncloa quiere dificultar la 'alianza andaluza'

Y añade: "En segundo término, Moncloa quiere dificultar la ‘alianza andaluza’. Pablo Casado y Albert Rivera serán colocados en la posición más incómoda. Estarán obligados a vigilar sus mensajes y palabras para, por un lado, no quedar como ‘fachas’ si coinciden con Abascal en asuntos como la violencia de género, el golpe de estado en Cataluña, o la memoria histórica; o, por el otro, desorientar a su electorado al coincidir con la izquierda en una defensa de las políticas y consignas culturales que han irritado a la derecha en estos años. ¿Qué pueden decir Casado y Rivera sobre la cuestión de las verjas de Ceuta y Melilla?, ¿reforzarlas como pide Vox o desmantelarlas como reclama la izquierda? Es el fruto de carecer de ideas propias durante años".