La Guàrdia Urbana de Barcelona, que depende de Ada Colau, ha puesto fin con 22 días de retraso a la fantochada de la acampada de estudiantes en la Plaza Universidad de la ciudad condal.
A la alcaldesa de Barcelona le ha llevado tiempo comprender que una acción de esta naturaleza emborronaba la imagen de una ciudad que hasta ahora era un referente para el turismo internacional. (Una chica ha sido violada en la acampada independentista)
El desalojo se ha producido de madrugada. Los agentes han procedido, con determinación, a retirar las tiendas de campaña y el material que se había acumulado en una zona que pretende ser una de las plazas más emblemáticas de la ciudad, que los ciudadanos no han podido disfrutar en los últimos 22 días por estar tomada por estos descerebrados que exigían el "cese inmediato de la represión en Cataluña" como consecuencia de la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo contra los presos golpistas
Limpiar la porquería
Los Mossos d'Esquadra han regulado el tráfico en la zona mientras los agentes de la Guàrdia Urbana han puesto en marcha un cordón policial con el fin de evitar que los desalojados pudieran acceder de nuevo a la plaza. (La acampada de Barcelona acaba como el rosario de la aurora: ¡¡Se 'matan' entre ellos por el robo de 30.000 euros!!)
Luego ha sido necesario que los servicios de limpieza del Ayuntamiento limpiaran la porquería acumulada en la zona para abrirla de nuevo al público. La operación ha sido más sencilla de lo previsto y sobre las 3.30 de la madrugada la circulación rodada en la zona de Gran Vìa y plaza Universitat quedaba normalizada.
De esta manera, los agentes municipales han hecho un favor a estos jóvenes que sufrían las bajas temperaturas que durante estos días azotan a Barcelona y han puesto fin a una acampada que se inició el 30 de octubre con el fin de llamar la atención del mundo, aunque a la hora de la verdad apenas nadie les ha prestado atención, salvo los ciudadanos que no han podido ejercer su libertad de movimiento en la zona.
Dos detenidos
La acampada empezó con 40 tiendas de campaña y unas 200 personas como inquilinos que exigían medidas sancionadoras para los cuerpos policiales por su "represión" contra los ciudadanos durante los alborotos que se generaron en la ciudad en los días posteriores a la publicación de la sentencia del Supremo (Los niños pijos se adueñan de la acampada estudiantil indepe)
Autodenominados como la 'generación 14 de octubre', anunciaron que no tolerarían "100 años de prisión por ejercer sus derechos", en relación a los condenados por su participación en el fallido golpe de estado que se produjo en Cataluña, denunciando la "criminalización sin precedentes" por parte del Estado y exigiendo a Pedro Sánchez condenar "la represión y la violencia policial" y sentarse a negociar un referéndum de autodeterminación.
Durante el desalojo han sido detenidas dos personas por presunto atentado contra la autoridad. A primera hora de la mañana dos furgonetas de la Guardia Urbana permanecian en el lugar para evitar la tentación de que la acampada pudiera reanudarse.