Sarah Boyle tenía 25 años cuando fue diagnosticada de cáncer de mama. Ocurrió a finales de 2016 y supuso un conmoción total que destrozó emocionalmente a ella y para su familia.
Al cabo de unos meses, después de someterse a una operación de doble mastectomía (extirpación de ambos pechos) y de haber tomado varias sesiones de quimioterapia, los médicos le dijeron que se habían equivocado en su diagnóstico.
Estuvo más de medio año bajo tratamiento de quimioterapia
Sarah jamás estuvo enferma de cáncer. En julio de 2017 los médicos le explicaron a la paciente británica que cometieron un error, que estaba totalmente sana y que la biopsia, que había sido almacenada de manera incorrecta, provocó la equivocación.
Según explica el medio The Sun, si la noticia del cáncer no había sido suficientemente dura, la nueva era aún peor, si cabe. Tanto su marido como sus dos hijos sufrieron un verdadero calvario.
Reconstruir sus pechos podría provocar cáncer de mama en el futuro
Los síntomas que padece hoy en día consecuencia de la quimioterapia le están haciendo la vida más difícil todavía. Recibir la noticia del cáncer fue “terrible”, para posteriormente pasar a ser “traumático”.
Pero las malas noticias no acabarían aquí. Someterse a una nueva operación, esta vez de cirugía reconstructiva, conlleva un riesgo de desarrollar cáncer de mama en el futuro.
El hospital ha admitido el error
Y no sólo eso. La medicación que estuvo tomando suponía un riesgo en la fertilidad. Por suerte, pudo quedarse embarazada de su segundo hijo, que tiene en la actualidad siete meses. Un hijo al que no pudo darle el pecho.
Tras el garrafal error del cuerpo médico, Sarah emprendió acciones legales contra el centro hospitalario. Los denunció por negligencia médica. Por el momento ha conseguido una admisión de culpabilidad de la University Hospitals of North Midlands NHS Trust.