Laura Fa ha sido la gran protagonista de Sálvame en las últimas horas por su participación en el programa de Gabriel Rufián en Youtube, en el que ha demostrado públicamente que es una auténtica cobarde.
La periodista ha tenido el valor de insinuar que Chelo García Cortés debería jubilarse, del mismo modo que lo ha tenido para insinuar que Belén Esteban es una inculta. Sin embargo, no se ha atrevido a mojarse con Ana Rosa Quintana ni tampoco ha querido entrar demasiado en una guerra con uno de sus principales enemigos en los platós: Kiko Matamoros.
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"De Ana Rosa Quintana no puedo decir lo que pienso. ¡No puedo decir lo que pienso de ella!", afirmó Laura Fa cuando Rufián le preguntó al respecto. Del mismo modo, quiso poner paños calientes a su guerra con Matamoros: "No nos soportamos de ideas, porque no pensamos igual en nada. Nos decimos las cosas que creemos y por eso chocamos, pero en circunstancias normales nos llevaríamos bien. Si hablamos de política, de feminismo, de fútbol, chocamos, entonces es imposible", ha dicho con suavidad.
Es decir: Laura Fa se atreve a enfrentarse a los más débiles, pero no tiene el valor de hacer pública su verdadera opinión sobre pesos pesados de Telecinco que no van con su forma de ver las cosas.
Ya demostró hace unos meses su cobardía cuando atacó por la espalda a Lydia Lozano, a través de un diario digital, quizá pensando que sus palabras no tendrían demasiada repercusión. Así lo ha hecho siempre que ha tenido que decirle algo a un compañero: lo ha hecho por la espalda, mediante publicaciones que luego llegaban a la redacción de Sálvame y precipitaban el enfrentamiento.
Ha quedado claro, pues, cuál es la forma de proceder de una Laura Fa que se declara independentista pero que hasta en eso es una auténtica cobarde.
La cobardía ideológica de Laura Fa
Y es que Laura Fa le confesó a Gabriel Rufián que está en contra de un referéndum porque teme que el independentismo pierda: "Para seguir luchando por algo, casi que es mejor que no pase. Porque si sale el 'no', ¿qué hacemos? Que no se acabe, que nos dejen un poco...", pidió la periodista, que está casi segura de que "nos ganarían".
Además, admite que dudó sobre si hacer pública su ideología en Sálvame: "El primer día me preguntaron si yo era independentista. Dudé, dije que sí y luego hicieron algunas bromas. No he notado que me dejaran de llamar por decir que soy independentista", confesó.