El independentismo catalán vive semanas muy convulsas. La aparente unidad con la que surgió e irrumpió con fuerza en la política catalana desde 2014 parece deshilacharse con el paso de los días. La impostada unión que parece mantener cohesionados a regañadientes a los partidos del Gobierno autonómico para evitar la entrada de las fuerzas políticas no independentistas en la Generalitat se deshace con cada aparición e intervención pública de los líderes de Esquerra o de JuntsxCat. Si bien hace una semana era el portavoz en Madrid de ERC, Gabriel Rufián, el que sugería que Puigdemont había "jugado a ser James Bond" intentando reclutar la ayuda de Rusia en el procès que desembocó en las votaciones del 1-O, el turno le ha llegado ahora a la líder de JuntsxCat, Laura Borràs.
La actual presidenta del Parlament ha concedido una entrevista al magacín informativo 'Els Matins', espacio similar a otros como Espejo Público conducido por la periodista catalana Lidia Heredia. Todo parecía marchar con relativa normalidad hasta que Heredia ha decidido abordar la causa en la que Borràs está implicada e investigada: el fraccionamiento de contratos realizados para favorecer a un colega personal y profesional mientras Borràs estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).
La justicia ha decidido cambiar su estatus de investigada a procesada por hasta cuatro delitos: malversación, prevaricación, falsedad y fraude documental. Con una resolución en el horizonte y todavía por conocerse, Borràs intenta esquivar con todos los artículos a su disposición su expulsión como presidenta del Parlament. Sin embargo, pese a la resistencia inicial de Borràs, Lidia Heredia decidió profundizar en el tema y continuar la entrevista en ese sentido.
Heredia acorraló a Borràs en pleno directo
Automáticamente, Borràs saltó a defenderse, argumentando que la presentadora tenía en su poder "afirmaciones que se sacan de contexto y se dan por válidas". Heredia negó esta acusación y continuó buscando el punto débil en la defensa de la presidenta del Parlament, insistiendo en el fraccionamiento de los 18 contratos destinados a favorecer a amigos de la presidenta.
Haciendo un brutal ejercicio de rigurosidad periodística, Heredia defendió su trabajo argumentando que "solo le estaba haciendo preguntas a Borràs", pero la presidenta del Parlament continuó con su estrategia defensiva, señalando que Heredia le daba automáticamente veracidad a los hechos sobre los que preguntaba. El tormentoso intercambio duró casi minuto y medio, en el que la presidenta del Parlament no quería oír ni hablar del artículo 25.4 del reglamento de la Cámara que ella misma preside. Este artículo permitiría la suspensión de "derechos y deberes" de Borràs, por lo que quedaría fuera de la institución que actualmente preside.
Heredia no se dio por rendida y siguió presentando pruebas de la presunta conducta irregular de Laura Borràs, incidiendo en los efectos del artículo 25.4 del reglamento interno del Parlament. La líder de JuntsxCat continuó defendiéndose, esgrimiendo que Heredia "había avanzando antes escenarios judiciales y ahora me está avanzando escenarios políticos". Borràs señaló que no se siente "interpelada" por el artículo 25.4 porque "no he cometido ningún delito".
El tenso enfrentamiento dio paso a una tertulia, en la que también se trató el tema del procesamiento de Borràs por los cuatros delitos antes citados. Lógicamente, el tratamiento del tema no gustó a gran parte de la parroquia independentista, que se lanzó al ataque de 'Els Matins' y de sus tertulianos a través de redes sociales con el apoyo silencioso de Laura Borràs.