Mientras Quim Torra afirmaba en Barcelona que Laura Borràs no tendría un juicio justo en el Supremo, ella se ha encargado de montar un escándalo negándose a declarar ante el magistrado del Tribunal Supremo Eduardo de Porres, después de que le leyeran sus derechos, incluido el de no declarar.
Borràs apenas ha permanecido un cuarto de hora en el Supremo montando el show que buscaba recurriendo al victimismo e insistiendo en su inocencia.
El juez Eduardo de Porres la investiga por presuntos delitos de prevaricación, fraude a la Administración, malversación de caudales públicos y falsedad documental que pudo cometer durante la etapa en la que fue directora de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).
"Mis derechos han sido vulnerados"
Borràs ha llegado al Supremo acompañada de su abogado, Gonzalo Boye --el mismo que el del expresidente catalán Carles Puigdemont y de su sucesor en el cargo, Quim Torra-- poco antes de las once de la mañana, la hora a la que estaba citada por el juez.
Una vez que De Porres le ha leído sus derechos, la diputada ha comunicado que no tenía intención de declarar, pues, según ha explicado, está pendiente de practicar una diligencia pericial solicitada por su defensa.
Cuando eso ocurra, ha dicho al salir del Supremo en declaraciones a los medios de comunicación, será ella la que solicite comparecer ante el magistrado.
"He visto todos mis derechos vulnerados desde el primer momento", ha dicho a la salida del Supremo, y ha añadido: "Me veo aquí obligada a defender mi inocencia cuando en realidad quien me está llevando a este tribunal ni siquiera ha presentado las evidencias periciales que permitan demostrar mi culpabilidad".
"No colaboraré con la injusticia"
Y ha advertido que "cuando esta prueba pericial esté practicada, declararé gustosamente y pediré yo poder venir a declarar personalmente". Borràs ha afirmado que "colaborará con la justicia", pero nunca "colaboraré con la injusticia". Y ha lanzado un aviso al juez Eduardo de Porres. "Los estados de derechos se tendrían que fundamentar en el derecho", ha defendido. "Cuando no hay pruebas, hay lawfare".
Además de su abogado Gonzalo Boye, a Laura Borràs la han acompañado en su llegada a la sede del Tribunal Supremo Eduard Pujol y Jaume Alonso Cuevillas (JxCat), Pilar Valluguera (ERC), Mireia Vehí (CUP) o Jon Iñarritu (EH Bildu). También se encontraban en la puerta amigos llegados desde Barcelona para prestarle su apoyo y leer un manifiesto.En una pancarte de Òmniu, se podía leer: "Laura Borràs no estás sola. No es justicia, es venganza".
Laura Borràs está molesta con los partidos independentistas del Congreso. Sólo su partido, JxCat, y PNV votaron a favor de sus intereses en el tema del suplicatorio. Los demás, ERC, la CUP, EH Bildu y el BNG, no participaron en la votación, lo que dejó en evidencia la unidad inexistente en el bando independentista en donde cada fuerza política hace la guerra por su cuenta en busca de votos.