Mientras Nicolás Maduro insiste en que la mano de Estados Unidos, y también de Colombia, está detrás de la revuelta que se ha producido en Venezuela, Leopoldo López y su familia permanecen seguros en la embajada de España en Caracas después de ser librerados por Guaidó y su ejército afín de su arresto domiciliario de 14 años al que fue condenado por el régimen de Maduro, en un intento de golpe de estado que ya se ha cobrado un muerto y centenares de víctimas.
Juan Guaidó ha llamado a las calles a todos los ciudadanos venezolanos para conseguir de forma pacífica el cese de la usurpación de Maduro y de momento ya son 119 los detenidos por su participación en la revuelta. Paralelamente, los chavistas han dado la réplica a Guaidó y se han concentrado en torno al Palacio de Miraflores para mostrar su apoyo a Maduro.
La respuesta de Maduro
El ministro de Defensa se muestra dispuesto a usar las armas y culpa a Guaidó de las posibles víctimas. Por su parte, Maduro ha reaparecido para dar por sofocada la escaramuza golpista y anuncia acciones legales contra los llamados "golpistas", asegurando que "el 80%" de los militares fueron "engañados" por Guaidó y sus socios.
Así, ha contado que Guaidó y el también opositor Leopoldo López, liberado por los militares que vigilaban su arresto domiciliario, han "engañado" junto a un "grupito" de "traidores" a los uniformados de la base aérea de La Carlota, a las afueras de Caracas, donde en la madrugada del martes lanzaban la 'Operación Libertad'. "Engañaron al 80 por ciento" de los militares diciendo que se iban a hacer "operaciones" para movilizarlos hacia La Carlota. Y cuando vieron que estaban los dos líderes opositores "no había quien diera la cara", ha narrado. En ese momento, ha continuado, la tentativa golpista se convertía en "un problema de orden público".
Las garras del Imperio en Venezuela
"Nosotros actuamos con bombas lacrimógenas (...) y ellos respondieron con fuego cerrado contra los profesionales militares que estaban cumpliendo su trabajo en la base aérea de La Carlota", ha reprochado, precisando que como consecuencia de ello hay ocho militares heridos, algunos graves. Así las cosas, Maduro ha apelado a la unidad frente a "quienes desde el exterior quieren buscan una confrontación armada entre venezolanos para que el imperio meta sus garras en Venezuela". "No se lo hemos permitido y bajo ninguna circunstancia se lo vamos a permitir", ha subrayado.
Juan Guaidó ha intentado derrocar a Maduro con el apoyo de la administración Trump a partir de una pequeña sublevación de soldados de las fuerzas aéreas de La Carlota, en Altamira y la puesta en libertad de Leopoldo López, el líder de la oposición más próximo a su revolución.
Adhesión del Ejército minoritaria e insuficiente
Luego Guaidó encabezó una marcha hacia el Palacio de Miraflores. Y anunció desde el cuartel de Altamaira que se había puesto en marcha la última fase de la "Operación Libertad". Guaidó confiaba en una adhesión del Ejército que a la postre ha resultado minoritaria e insuficiente para cubrir sus objetivos.
Mientras tanto Maduro anunció por Twitter que los mandos de todas las unidades militares regionales habían manifestado su apoyo al presidente bolivariano. Por su parte, el ministro de Defensa informaba a la población que “familia militar” está lejos de prestar su apoyo a la insurrección.
Se produjeron fuertes enfrentamientos entre los manifestantes de Guaidó y la Guardia Nacional Bolivariana, que empleó bombas de gas lacrimógeno y atropelló a un grupo de manifestantes con tanquetas paramilitares.
La puesta en libertad de Leopoldo López ha supuesto un duro golpe para Maduro. Descendiente de una familia de la vieja oligarquía venezolana, participó en el golpe contra Chávez en el 2002, fue encarcelado hace cuatro años por planificar actividades violentas contra el Estado que él califica como dictadura. López se refugió en la embajada de Chile, aunque luego se trasladó a la de España en busca de mayor seguridad.
El Tribunal Supremo, con Guaidó
López se reunió con Guaidó y arengó a las masas a través de twitter: “Estoy en la base La Carlota. Todos a movilizarnos. Es hora de conquistar la Libertad. Fuerza y Fe”. El régimen de Maduro, por su parte, ha intentado movilizar a la población en su defensa, pero su capacidad de movilización ya no es la misma que hace unos años mientras ha crecido una corriente de simpatía hacia Guaidó y López.
Paralelamente, cuatro millones de personas han cruzado la frontera con Colombia huyendo de la represión. Y El Tribunal Supremo venezolano se ha posicionado a favor del levantamiento contra la dictadura de Maduro y recordando a las Fuerzas Armadas “el derecho constitucional de rebelión de los ciudadanos investidos o no de autoridad ante la tiranía”.
En España se siguen los hechos con preocupación y el gobierno de Sánchez ha reclamado elecciones libres en Venezuela sin derramamiento de sangre.