A Carles Puigdemont se le acaban los argumentos para justificar el golpe de estado que organizó en Cataluña y ya recurre directamente a las mentiras para engañar al mundo. Ahora dice, sin ruborizarse, que Jordi Sànchez y Jordi Cuixart están en la cárcel "por asistir a una manifestación".
De esta manera Puigdemont intenta tomar el pelo a quienes no están al día de lo que sucede en Cataluña, pero a los ciudadanos catalanes y españoles, tanto si están a favor del Procés como si no, ya no les embauca con sus falacias.
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En un debate basado en los “Derechos humanos y derechos de las minorías nacionales en el Estado español y la UE”, Puigdemont ha dicho que “no hay presos políticos en otros países europeos, pero en España sí”.
Y ha añadido: “En España hay dos líderes de las más grandes organizaciones cívicas y civiles en Cataluña, la ANC y Òmnium, que están en la cárcel por haber ido a una manifestación”. ¿A quién quiere engañar Puigdemont? Muchos ciudadanos han acudido a manifestaciones y no están en la cárcel. Políticos independentistas defienden romper la unidad de España y no sólo no están en la cárcel, sino que gobiernan e imponen su ley en el ejecutivo que administra al país al que detestan. ¿Hacen falta más pruebas?
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Las mentiras de campeón de las fake news
El colmo de la desvergüenza es cuando dice que “el Estado español es una poderosa máquina de propaganda y fake news, y están dedicando muchos recursos económicos para imponer el relato que los catalanes somos insolidarios, antieuropeos ... y toda crítica la viven muy mal”. Y esto lo dice el campeón de las fake news que intenta embaucar fuera de nuestras fronteras con mentiras que sólo pueden salir de su mente calenturienta.
Y es que el relato victimista le funciona a Puigdemont. Contra un enemigo identificado se vive mejor: “España nos persigue por nuestras ideas” y que “los catalanes siempre hemos sido víctimas del fascismo”. “La situación de Cataluña en España es insostenible”.
Puigdemont avanza finalmente que “el independentismo va a volver a ganar en el Parlament con mayoría absoluta” y ha hecho un llamada a “no rendirse nunca”. “No perdamos las ganas de plantar cara”. La desgracia para Puigdemont es que, aunque el independentismo pueda ganar las elecciones beneficiándose de una ley electoral cuestionable, la realidad de un ciudadano un voto demuestra que el separatismo catalán está muy lejos de obtener la mayoría de apoyos de sus propios ciudadanos.