Las tres trolas de Sánchez que le complican al PSOE la batalla por el relato

El presidente del Gobierno en funciones quiere tumbar a Podemos

Las tres trolas de Sánchez que le complican al PSOE la batalla por el relato
Las tres trolas de Sánchez que le complican al PSOE la batalla por el relato

Pedro Sánchez mareó la perdiz durante tres meses y ahora quiere vender, con Iván Redondo como guionista, un relato que le beneficie en la previsible repetición electoral de noviembre. El presidente del Gobierno en funciones fue incapaz de sumar un apoyo en casi 90 días, a excepción del único diputado del partido de Revilla, y ahora quiere culpar a Iglesias de todos sus males. 

El fallido candidato a la presidencia puso cuatro excusas que fueron sorteadas por Podemos: Iglesias estaba vetado, Cataluña no podía ser una línea roja y los morados no podían asumir ministerios de Estado. 

Las excusas no tapan su intención: repetir elecciones, conseguir mejorar sus números, dejar de depender de ERC y conseguir que Errejón le haga el trabajo sucio al apuntillar a Pablo Iglesias, que intentará sobrevivir este otoño. 

Excusas varias

Iglesias se sacó a última hora una fallida carta de debajo de la manga: "Renunciamos al Ministerio de Trabajo si ustedes nos ceden las políticas activas de empleo en este país". En La Sexta no tenían demasiada compasión con Podemos, que fue atacado por varios tertulianos con José Miguel Contreras a la cabeza. 

La socialista Adriana Lastra se lanzaba al cuello de Iglesias: "Esta es a segunda vez que usted va a impedir que España tenga un gobierno de izquierdas; curioso progresismo el suyo". Y Sánchez se hacía el mártir: "¿Alguien considera una humillación ser vicepresidente del Gobierno de derechos sociales? ¿Es humillante ser ministro o ministra de Sanidad y Consumo? Le hemos ofrecido una propuesta respetuosa, concreta y sensata". 

Iglesias se defendió: "Creo que usted ha olvidado que usted es presidente porque nosotros nos creímos una moción de censura que ustedes no se creyeron. Es muy difícil negociar en 48 horas lo que no se ha querido negociar en 80 días, muy difícil negociar un gobierno de coalición a contrarreloj y en tiempo real, filtrándolo todo a los medios de comunicación".