Joan Laporta está atado, de pies y manos, sin tener margen de maniobra en su labor con el Barça. No puede hacer absolutamente nada y está recogiendo todos los fallos de la era de Josep María Bartomeu. El expresidente dejó un buen pufo económico y el actual presidente no encuentra ningún tipo de solución.
Laporta perdió a Leo Messi, por culpa de ese hecho, y ahora la ruina económica del equipo culé se ha convertido en una ruina, también, a nivel deportivo. Los azulgranas no encuentran soluciones y únicamente deben confiar en el milagro de que le salga una nueva brillante generación de canteranos.
En esa generación de canteranos, mientras no se avista a nadie surgido en La Masia, sí que sobresale el nombre de Ansu Fati y de Pedri, que llegaron como fichajes, jóvenes y que podrían tratar de liderar el futuro del equipo azulgrana. Los dos son fundamentales en el esquema de Koeman y están asentados en el primer equipo.
Ambos acaban contrato en 2022, no han renovado, y ya empiezan a sonar posibles cambios de equipo. Para los dos, tanto Ansu como Pedri, ya se avecinan nuevos destinos y en el Barça no pueden hacer absolutamente nada para impedirlo, próximamente, y ya suenan con fuerza esas noticias sobre sus futuros.
Por ejemplo, se rumorea que Pedri está decidido a pedir el mismo sueldo que su compañero, Ansu Fati, y dicho montante económico podría ser bastante alto ya que está Jorge Mendes detrás del asunto y tiene un claro interés en que termine jugando en la Premier League como en su día hizo (y hace) Cristiano Ronaldo con el Manchester United.
Con el Barça en la ruina económica, esto puede suponer un grave problema siempre y cuando Ansu acepte renovar, ya que Mendes se mueve para llevarlo a Inglaterra. Se pueden acabar quedando hasta sin sus dos máximas esperanzas de futuro.. Un profundo fracaso, más hondo, que no se esperaba.
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Sin futuro
El Real Madrid está preparado para fichar a Erling braut Haaland y Kylian Mbappé, en un mismo verano, mientras que en Barcelona no hay rumbo alguno, de futuro, en el que se pueda avistar algo para poder agarrarse. Más allá, claro está, del papel que han tenido Ansu Fati y Pedri en el primer equipo.
No hay dinero para echar a Koeman, no hay dinero para fichar, no hay dinero para renovar a las promesas. El ridiculé de Laporta es absoluto.
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