Que una función sea muy eficiente no quiere decir que su utilización lo sea también. De esto sabe mucho WhatsApp, que vio cómo sus Grupos fueron depredados por usuarios desaprensivos e irrespetuosos, hasta el punto que tuvieron que adoptar medidas en forma de nuevas funciones. Pues bien, este “grupo de rescate” ha acudido también a poner un poco de orden en lo que respecta al uso de los audios.
No hay nada más desalentador que encontrarse en la cola del súper y recibir una nota de voz, con el aviso previo de que su duración supera los dos minutos. Son auténticos discursos con todo su drama, giros inesperados y profundos suspiros, todo, para terminar confirmando la hora y lugar de una cita ya prefijada.
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Con cerca de 7.000 millones de audios enviados cada día a través de la plataforma, el abuso de esta función era, tras los grupos, la segunda bestia negra en la que había que poner orden, y WhatsApp lo ha hecho. Por ello, la plataforma de mensajería nos ha dejado una serie de recomendaciones para hacer un buen uso de los audios.
1. No dar discursos
No mandar audios con la duración de un podcast es la primera y más importante recomendación. Si bien, no hay una norma escrita sobre qué se debe hacer y qué no en una función abierta para el usuario, en algunos contextos (en una reunión de trabajo, en un bar ruidoso o en la cola del supermercado), no resulta fácil gestionar mensajes de 3 minutos.
“Si es demasiado largo para escribirlo, pero demasiado corto para una llamada, habrás encontrado el punto óptimo de los mensajes de voz”, según declaran desde la compañía. En cualquier caso, siempre se puede recurrir a la función de aceleración de audio para acortar la duración de los mensajes.
2. Para el receptor: cuidado con el volumen de reproducción
Un audio de WhatsApp no deja de ser una comunicación privada. Sabiendo esto, no parece una buena idea reproducirlos a todo volumen cuando estamos rodeados de extraños, puesto que puede haber contenido privado o sensible que el remitente asume como privado. Por lo tanto, recomiendan reducir el volumen al mínimo cuando se vaya a reproducir el mensaje o, mejor aún, utilizar auriculares cuando se haga uso de lugares concurridos como el tren o el metro.
3. Pocas preguntas y concretas en un solo audio
Las barreras de la comunicación no esquivan tampoco a los mensajes de audio. ¿Quién no ha recibido alguno de estos mensajes de 2 o 3 minutos en el que se tratan de varios temas con diversas cuestiones? Si esto se da, se obliga al destinatario a ir respondiendo a las distintas preguntas, intentando recordarlas todas, o peor todavía, a reproducir el mensaje varias veces. Desde WhatsApp se recomienda reducir el número de preguntas formuladas en un mismo audio.
4. Si el emisor envia un audio, mejor contestar con otro audio
Se trata, posiblemente, de la recomendación más de protocolo y con la que no todo el mundo estará de acuerdo. Desde la red de mensajería sugieren que un mensaje de audio debe devolverse con otra grabación para evitar que la comunicación se convierta en “un monólogo unilateral”. Es un consejo más difícil de cumplir porque las circunstancias del emisario y el receptor no tienen por qué ser las mismas.
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5. No tardar mucho en responder
Responde a los mensajes de voz a tiempo para no desperdiciar los esfuerzos del destinatario. Si te pilla muy liado con otras cosas, puedes enviar un mensaje de voz con el manos libres mientras realizas varias tareas. Simplemente tienes que pulsar el icono del micrófono y desliza hacia arriba para bloquear la grabación. Cuando termines, toca para enviar.