Las razones por las que el cobarde Puigdemont no debe cantar victoria

Carles Puigdemont no será extraditado por ahora, pero tiene razones para estar preocupado ante la que se le viene encima

Las razones por las que el cobarde Puigdemont no debe cantar victoria
Las razones por las que el cobarde Puigdemont no debe cantar victoria

El independentismo se felicita por lo que considera una victoria internacional después de que la justicia belga haga suspendido la extradición de Carles Puigdemont a España. Sin embargo, no hay nada más lejos de la realidad. El líder golpista fugado a Waterloo no ha obtenido ninguna victoria, solo ha ganado tiempo en un proceso que solo tiene un final: su entrada en prisión.

“De momento queda parado hasta que, llegado el caso, sea el mismo Parlamento Europeo quien les retire la inmunidad”, apuntan desde la defensa de Puigdemont sobre la decisión de la justicia belga. Desde el entorno del ex presidente de Cataluña, aseguran también que “España contradice abiertamente la normativa europea” al no reconocer la inmunidad de Puigdemont y de Comín, su mano derecha también fugada a Waterloo tras los delitos cometidos el 1 de octubre de 2017. (La reacción inminente de Torra y Puigdemont al pacto entre PSOE y ERC).

Puigdemont se libra por tercera vez

Sí, es cierto que Puigdemont se ha librado por tercera vez de que caiga sobre él el peso de la justicia española. Su inmunidad como europarlamentario le protege por ahora, pero llegará el momento en el que deje de hacerlo. El juez Llarena sabía de antemano que Bélgica no iba a permitir la extradición de Puigdemont, pero la euroorden forma parte de un proceso al que aún le queda camino por recorrer para ver al líder del procés entre rejas.

Desde la Fiscalía del Supremo explican que, diga lo que diga el independentismo, la clave está en que el Parlamento Europeo retire la inmunidad a Puigdemont. Tras la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, era lógico que la justicia belga suspendiera la extradición. Por eso, lo que ha conseguido Puigdemont no es ninguna victoria, sino alargar un poquito más su agonía antes de pagar por todo lo que hizo.

Y es que la propia Fiscalía del Supremo ya pidió en su momento, el pasado 20 de diciembre, que se suspendiera la Orden Europea de Detención hasta que el Parlamento Europeo le retire la inmunidad a Puigdemont. Es decir, la petición de arresto y entrega a España por delito de sedición sigue en pie y se activará en el momento en que la UE decida, algo que previsiblemente acabará sucediendo en el momento en el que el juez Llarena solicite un suplicatorio al Parlamento Europeo.

Se trata de un proceso largo, pero el ‘eurofugado’ ya está dando sus últimos coletazos y cada vez queda menos para que se enfrente a la justicia de la que tanto ha huído. El fondo de la cuestión, el hecho de que debe ser juzgado por los delitos cometidos en España, no ha variado un ápice. Y la justicia avanza lenta pero inexorable.

El juez Llarena tomará una decisión próximamente

Tras la respuesta de Bélgica, la pelota pasa ahora al tejado del juez Llarena una vez más. Éste deberá sopesar todos los factores de la situación antes de dar el siguiente paso. En las próximas semanas habrá decisión sobre cómo actuar ante la respuesta del TJUE y de la justicia belga. Todo apunta a un suplicatorio que dé luz verde final a que Puigdemont sea juzgado en España. Su fallido golpe de Estado en Cataluña no puede quedar impune. (Sánchez maniata a la justicia: ¡¡La impunidad marca la nueva relación entre el PSOE y el independentismo!!).