Carlota Corredera está pisando arenas movedizas desde hace tiempo. La presentadora eventual de Sálvame está muy 'subida' de un tiempo a esta parte y poco a poco se ha convertido en uno de los personajes más odiados por la audiencia. Hay de todo, claro está, pero son pocos los trabajadores de Sálvame que generen tanta animadversión como ella. ¿Por qué?
No hace falta ser un lince para darse cuenta de cuáles son los defectos que convierten a Carlota Corredera en una presentadora indeseable a ojos de muchos seguidores del programa.
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Su última polémica ha sido a raíz de un comentario en el que tachó de "subnormales" a las personas con Síndrome de Down: "Me parece que el término subnormal es algo que hay que borrar de nuestro lenguaje. Creo que la gente con síndrome de Down lleva mucho tiempo por integrarse y, de verdad, no faltemos el respeto a la gente que padece esta enfermedad".
Fue una gravísima metedura de pata. Pero no es la única. El historial de Carlota Corredera es cada día más amplio y por eso cada vez son más los espectadores que piden que se vaya a su casa o que vuelva a ponerse detrás de las cámaras.
Creo que esto es lo suficientemente grave como para que esta mujer abandone Mediaset. Aqui la unica subnormal es ella y la que tiene en su mente asociado el down con ser subnormal. Vergonzoso Carlota Corredera! pic.twitter.com/PD1WCJuWwk
— Javichu Galdeano (@javichu_r) August 18, 2020
¿Por qué todo el mundo odia a Carlota Corredera?
Una de las razones fundamentales por las que Carlota Corredera genera antipatía es el hecho de que siempre cree tener razón. La gallega no admite opiniones que vayan contra su manera de pensar. Si alguien osa contradecirla, que se prepare.
La segunda razón, aunque no menos importante, es el egocentrismo de la presentadora. Yo, yo y más yo. Cada vez que se trata un tema, Carlota tiene que poner la anécdota personal. Como si a la audiencia le tuviera que importar su vida. Ya sabemos todos que no se conforma con ser colaboradora, que quiere ser personaje y necesita llamar la atención. Pero podría hacerlo con más disimulo.
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Sus lecciones de periodismo y moralinas en Sálvame son la tercera razón que podemos aportar sobre por qué la audiencia no la traga. ¿Es posible dar lecciones de ética periodística desde Sálvame? Que cada cuál se responda esta pregunta para sí mismo y saque sus propias conclusiones.
Por último, la hipocresía remata a Carlota Corredera. Especialmente el tema del feminismo tiene desconcertados a los espectadores. La gallega es capaz de publicar un libro sobre feminismo y trabajar en un programa claramente machista que denigra a mujeres o no tener las narices de condenar una violación dentro de tu propia cadena, como sucedió con Carlota Prado en Gran Hermano Revolution.
En definitiva, todas ellas son razones de peso para afirmar que mucha gente no echaría de menos a Carlota Corredera si dejara de presentar Sálvame. Aunque, claro está, para gustos se hicieron los colores.