Los inadmisibles indultos a los presos golpistas catalanes han vuelto a indignar a millones de españoles con el Gobierno de Pedro Sánchez, que va a mantenerse en la Moncloa gracias a los nacionalistas un par de años más pero que pagará muy caras todas sus mentiras en las urnas en las próximas elecciones, diga lo que diga Tezanos.
Y es que los indultos son solo la punta del iceberg de una serie de milongas que el Gobierno socialista nos vendió en la campaña electoral para conseguir el voto de la ciudadanía. Después de alcanzar el poder, han perdido la memoria. O son muy jetas. Posiblemente la segunda, pero sea como sea no han cumplido las principales promesas que hicieron a los españoles.
Ya empezó mal la cosa cuando Pedro Sánchez cedió ante Unidas Podemos permitiendo que Pablo Iglesias fuera su vicepresidente. Meses atrás, había asegurado que "no dormiría tranquilo" con el Coletas en el Gobierno, pero acabó formando una coalición con él con tal de obtener la presidencia del Gobierno. Para colmo, lo hizo después de una repetición electoral que costó millones a España.
También negó Pedro Sánchez la posibilidad de pactar con Bildu, los herederos de ETA, algo que ha hecho sin ningún sonrojo una vez que ha alcanzado el poder: "Con Bildu no vamos a pactar, si quieres lo digo cinco o veinte veces", llegó a afirmar en una entrevista.
El independentismo, la gran mentira de Sánchez
Tampoco pensaba llegar a ningún acuerdo con los independentistas catalanes, pero lo acabó haciendo: "No voy a permitir que la gobernabilidad descanse en partidos independentistas", lanzó años atrás. También alegó que "nunca vamos a jugar con la unidad de España y vamos a defenderla siempre". ¿Dónde han quedado esas palabras?
Sin contar otros asuntos, como las subidas de impuestos, la subida del precio de la electricidad y otras cuestiones, Sánchez y su Gobierno han demostrado cinismo, hipocresía y un total desprecio por la ciudadanía a la que han tomado el pelo con sus falsedades.
Ahora ha rematado la faena con los indultos a los golpistas del 1-O, un acto gravísimo que supone una humillación para España y que da manga ancha a los indepes para volver a las andadas con sus desafíos al Estado.
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El Gobierno ha dejado claro que solo le importaba llegar a Moncloa y mantenerse el mayor tiempo posible y a cualquier precio. La venta de España le saldrá muy cara.