Denis Diderot, escritor y filósofo francés del siglo XVIII, director y principal redactor de la Enciclopedia, la obra más representativa de la Ilustración. En los prolegómenos de la tempestad, que abrieron Luis XV y su nieto Luis XVI, y que estallará con la Revolución francesa, el Diderot razonador, amante de ideas y sistemas, contribuyó en mucho al triunfo de las fuerzas instintivas y de los impulsos irracionales.
Tres psicólogos americanos revisaron 63 estudios sobre inteligencia y religión realizados entre 1928 y 2000, y descubrieron que existe una relación negativa entre creencia e inteligencia: en apenas 10 de las investigaciones, los religiosos superaron a los no creyentes en los tests aplicados.
Según estos psicólogos, las personas inteligentes tienden a conformarse menos y a cuestionar más el dogma de la iglesia y, generalmente, adoptan una visión analítica de las cosas, en vez de seguir la intuición. Como las creencias religiosas no pueden ser comprobadas por la ciencia, estas personas dejan de creer.
Al mismo tiempo, el aporte emocional que ofrecen las religiones no atraen a los inteligentes. Según las investigaciones, estas personas ya dominan el arte del autocontrol, entonces no precisan los beneficios de la iglesia.