Irene Montero, ministra de Igualdad y pareja sentimental del podemita Pablo Iglesias, tiene un séquito de niñeras a su disposición. La política de la formación morada ha utilizado a varias trabajadoras para que cuidasen de sus niños y que ella pudiese hacer sus tareas cotidianas.
Según Moncloa.com, Irene Montero siempre ha tenido mucha facilidad para encontrar niñeras dentro de las filas de Unidas Podemos. Desde la jefa de prensa a Arévalo pasando por la escolta todas ellas en algún momento han hecho de niñeras para la titular de Igualdad y se han ocupado de los hijos de esta.
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A la podemita Irene Montero no se le está dando nada bien el hecho de conciliar la vida laboral y la vida familiar. Debe ser por esa razón por la que ha recurrido a varias trabajadoras del partido morado para que cuiden de sus niños en infinidad de ocasiones porque ella no podía hacerlo.
La que fuera jefa de prensa Unidas Podemos, Gara Santana, es una de las que se ha encargado del cuidado de los hijos de Irene Montero. Santana ejercía de ‘babysitter’ para Montero, cuando pertenecía a la formación. Ahora, Santana ya no es ni niñera ni jefa de prensa de Unidas Podemos, sino que forma parte de LUH NOTICIAS.
Teresa Arévalo es otra de las personas de la formación morada que se ha ocupado de los niños de Irene Montero. Fue diputada por Podemos-En Comú Podem-En Marea en la pasada legislatura, hasta que la debacle electoral del 28-A le dejó sin acta. Ha formado parte del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos.
Cierra el círculo de niñeras de la ministra de Igualdad Elena González. Ella fue escolta de Irene Montero, aunque muchas veces hacía de recadera de la ministra, así como de cuidadora de sus hijos. Ella misma reveló que la pareja podemita la "utilizaba" para tareas más allá de las propias de un escolta.
Una igualdad de palabra
Irene Montero, acérrima defensora de los derechos de la mujer y del feminismo, ha utilizado a distintas mujeres para que cuiden de sus hijos mientras ocupaban otros cargos dentro de Unidas Podemos. La ministra de Igualdad parece que solo busca esa igualdad de palabra en lugar de con hechos.
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Lo que también ha quedado claro en estos años es que la ministra de Igualdad no tiene la capacidad de conciliar su vida personal con su vida laboral. Es por esa razón que ha tenido que recurrir a varias personas para que hagan lo que ella no ha podido hacer: cuidar de sus hijos.